jueves, 8 mayo 2025

La app que te paga por caminar por Madrid: ¿Funciona de verdad?

En un mundo donde cada clic y cada dato parecen tener un precio, la idea de monetizar algo tan cotidiano como pasear por la calle resulta, cuanto menos, tentadora. La promesa de que tus pasos por Madrid se conviertan en recompensa ha calado hondo, especialmente entre quienes buscan un aliciente extra para mantenerse activos o, simplemente, sacarle un pellizco a sus rutinas diarias. Esta nueva hornada de aplicaciones móviles que ofrecen pagar por caminar ha generado un considerable revuelo, suscitando tanto entusiasmo como escepticismo entre los usuarios ávidos de novedades tecnológicas.

Publicidad

Plataformas como Sweatcoin o WeWard han emergido con fuerza en el panorama digital, vendiendo precisamente esa posibilidad: transformar el esfuerzo físico de recorrer la ciudad en beneficios tangibles, ya sean descuentos, productos o incluso dinero contante y sonante. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? ¿Es oro todo lo que reluce o estamos ante una nueva forma de espejismo digital, que juega con nuestras ganas de obtener algo a cambio de poco y explota la gamificación de la vida cotidiana? La cuestión de fondo es si estas herramientas realmente compensan el tiempo invertido y los datos cedidos, o si son solo una moda pasajera con más marketing que sustancia.

2
SWEATCOIN BAJO LA LUPA: PASOS POR ¿CRIPTOMONEDAS?

Fuente Pexels

Sweatcoin fue una de las pioneras en popularizar este concepto de «sweat-to-earn», o ganar sudando, si lo traducimos libremente. Su propuesta inicial era convertir los pasos en una criptomoneda propia, los «sweatcoins», con la promesa de que en el futuro esta divisa digital adquiriría un valor significativo en el mercado real, una aspiración que ha generado tanto interés como dudas razonables. De momento, los sweatcoins se pueden canjear principalmente dentro de su propio marketplace por una variedad de productos, servicios, descuentos o donaciones a causas benéficas, aunque las ofertas más atractivas suelen requerir una cantidad ingente de pasos acumulados o están limitadas en número.

Publicidad

El verdadero intríngulis con Sweatcoin, y con muchas aplicaciones similares, radica en el valor real y la liquidez de esas recompensas. Aunque la idea de generar criptoactivos caminando por las calles de Madrid suena futurista y atractiva, la conversión efectiva de esos sweatcoins en dinero fiat o en bienes de un valor equiparable al esfuerzo invertido es, a menudo, un camino largo y tortuoso; muchos usuarios reportan que las mejores ofertas son escasas o se agotan rápidamente, quedando relegados a descuentos menores o a productos de dudoso interés. La promesa de la criptomoneda real y su cotización es algo que aún está por ver en términos prácticos para el usuario medio que simplemente camina.

Publicidad
Publicidad