En un mundo donde cada clic y cada dato parecen tener un precio, la idea de monetizar algo tan cotidiano como pasear por la calle resulta, cuanto menos, tentadora. La promesa de que tus pasos por Madrid se conviertan en recompensa ha calado hondo, especialmente entre quienes buscan un aliciente extra para mantenerse activos o, simplemente, sacarle un pellizco a sus rutinas diarias. Esta nueva hornada de aplicaciones móviles que ofrecen pagar por caminar ha generado un considerable revuelo, suscitando tanto entusiasmo como escepticismo entre los usuarios ávidos de novedades tecnológicas.
Plataformas como Sweatcoin o WeWard han emergido con fuerza en el panorama digital, vendiendo precisamente esa posibilidad: transformar el esfuerzo físico de recorrer la ciudad en beneficios tangibles, ya sean descuentos, productos o incluso dinero contante y sonante. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? ¿Es oro todo lo que reluce o estamos ante una nueva forma de espejismo digital, que juega con nuestras ganas de obtener algo a cambio de poco y explota la gamificación de la vida cotidiana? La cuestión de fondo es si estas herramientas realmente compensan el tiempo invertido y los datos cedidos, o si son solo una moda pasajera con más marketing que sustancia.
3WEWARD Y SUS «WARDS»: ¿MÁS REALISTA QUE LA COMPETENCIA?

WeWard, otra de las grandes protagonistas en este nicho, opera con un sistema de puntos denominados «Wards». La acumulación de estos Wards se produce igualmente al caminar, pero la aplicación también incentiva la visita a lugares específicos, como tiendas o monumentos asociados, ofreciendo Wards adicionales por hacer «check-in» en estos puntos, lo que añade un componente de exploración urbana a la mezcla. Esta estrategia no solo busca fomentar el movimiento, sino también dirigir el tráfico de usuarios hacia negocios colaboradores, creando un ecosistema donde la app actúa como intermediaria activa entre el caminante y el comercio.
En cuanto a la conversión de los Wards, WeWard parece ofrecer un camino algo más directo hacia recompensas tangibles, incluyendo la posibilidad de canjearlos por transferencias bancarias una vez alcanzado un umbral determinado, aunque este suele ser elevado.
También disponen de un catálogo de vales de descuento, tarjetas regalo y productos, pero al igual que con otras plataformas, la tasa de conversión entre el esfuerzo (pasos) y la recompensa monetaria real es modesta; se necesitan muchos kilómetros recorridos, y por ende mucho tiempo, para acumular una cantidad de Wards que se traduzca en un beneficio económico palpable. La clave está en si el incentivo, por pequeño que sea, es suficiente para motivar a la gente a moverse más por Madrid.