viernes, 9 mayo 2025

La app que te paga por caminar por Madrid: ¿Funciona de verdad?

En un mundo donde cada clic y cada dato parecen tener un precio, la idea de monetizar algo tan cotidiano como pasear por la calle resulta, cuanto menos, tentadora. La promesa de que tus pasos por Madrid se conviertan en recompensa ha calado hondo, especialmente entre quienes buscan un aliciente extra para mantenerse activos o, simplemente, sacarle un pellizco a sus rutinas diarias. Esta nueva hornada de aplicaciones móviles que ofrecen pagar por caminar ha generado un considerable revuelo, suscitando tanto entusiasmo como escepticismo entre los usuarios ávidos de novedades tecnológicas.

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Plataformas como Sweatcoin o WeWard han emergido con fuerza en el panorama digital, vendiendo precisamente esa posibilidad: transformar el esfuerzo físico de recorrer la ciudad en beneficios tangibles, ya sean descuentos, productos o incluso dinero contante y sonante. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? ¿Es oro todo lo que reluce o estamos ante una nueva forma de espejismo digital, que juega con nuestras ganas de obtener algo a cambio de poco y explota la gamificación de la vida cotidiana? La cuestión de fondo es si estas herramientas realmente compensan el tiempo invertido y los datos cedidos, o si son solo una moda pasajera con más marketing que sustancia.

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LA LETRA PEQUEÑA: PRIVACIDAD, BATERÍA Y EL VERDADERO COSTE

Fuente Pexels

Más allá de la promesa de ganar dinero fácil, existen consideraciones importantes que el usuario debe sopesar antes de lanzarse a acumular pasos y puntos. Una de las principales preocupaciones radica en la privacidad, ya que estas aplicaciones requieren acceso constante a la ubicación GPS y a los datos de actividad física, información sensible que, aunque se asegure su anonimización, siempre conlleva un cierto riesgo inherente. Ceder estos datos es parte del «pago» que hacemos, y cada cual debe valorar si la recompensa obtenida justifica esta cesión, especialmente cuando los beneficios directos no son tan evidentes como se publicitan.

Otro aspecto práctico a tener en cuenta es el consumo de batería del teléfono móvil. El uso continuado del GPS y el procesamiento de datos en segundo plano pueden drenar la autonomía del dispositivo a una velocidad considerable, lo cual puede ser un inconveniente significativo si dependemos del móvil para otras tareas a lo largo del día, especialmente si estamos fuera de casa, quizás disfrutando de un largo paseo por el Retiro en Madrid. Este «coste oculto» en términos de energía y el desgaste potencial del hardware del teléfono también deberían entrar en la ecuación al evaluar la rentabilidad real de estas aplicaciones que teóricamente pagan por caminar.

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