Millones de microorganismos habitan en nuestra cavidad bucal sin que seamos conscientes de ello. Esta bacteria, conocida como Streptococcus mutans, es el principal enemigo silencioso que trabaja día y noche destruyendo el esmalte dental mientras dormimos, comemos o simplemente respiramos. Lo que parece una convivencia inofensiva se convierte en una verdadera amenaza cuando no prestamos la suficiente atención a nuestra higiene bucal, permitiendo que estos microscópicos invasores formen colonias cada vez más grandes y dañinas.
La placa bacteriana representa uno de los mayores riesgos para la salud bucodental de los españoles, con estadísticas alarmantes que indican que más del 90% de la población adulta ha sufrido sus consecuencias en algún momento. cuando estos microorganismos se acumulan en la superficie dental, comienzan un proceso destructivo que puede pasar completamente desapercibido durante meses o incluso años. Esta silenciosa invasión no solo afecta a nuestros dientes, sino que puede desencadenar problemas más graves que comprometan nuestra salud general a largo plazo.
3POR QUÉ NO SIENTES EL ATAQUE HASTA QUE ES DEMASIADO TARDE
La ausencia de dolor durante las primeras etapas de la infección bacteriana constituye el principal motivo por el cual muchas personas descuidan su salud bucodental. El esmalte dental no contiene terminaciones nerviosas, cuando la bacteria y sus ácidos corroen esta primera barrera protectora, el proceso ocurre en completo silencio. Esta característica evolutiva, que en otros contextos podría considerarse ventajosa, se convierte en nuestra peor enemiga cuando hablamos de prevención dental.
Las estadísticas son contundentes: más del 60% de los españoles no acude al dentista hasta que experimenta molestias o dolor, momento en el cual la infección bacteriana ya ha causado daños considerables. La bacteria Streptococcus mutans aprovecha este tiempo de inacción para multiplicarse y expandir su territorio dentro de la cavidad oral, mientras continúa su labor destructiva sin que el huésped perciba señales de alarma, los especialistas recomiendan revisiones semestrales precisamente para detectar estos daños en fases tempranas cuando aún son fácilmente tratables y reversibles.
