El momento de configurar una red WiFi doméstica suele ser uno de esos trámites que realizamos con cierta despreocupación. Elegir una contraseña para la WiFi parece una tarea sencilla, pero esconde riesgos que a menudo ignoramos por completo. Los expertos en ciberseguridad llevan años advirtiendo sobre los peligros de utilizar determinados tipos de combinaciones que, aunque resultan cómodas de recordar, suponen una invitación abierta a posibles intrusos digitales.
La facilidad con la que muchos usuarios optan por contraseñas predecibles constituye uno de los mayores problemas de seguridad en las redes domésticas actuales. Según los últimos estudios, más del 60% de los hogares españoles mantiene configuraciones de red vulnerables, exponiendo sus datos personales y dispositivos a amenazas que podrían evitarse con simples cambios en sus hábitos digitales. Esta situación, lejos de mejorar, se ha agravado con la proliferación de dispositivos conectados en cada hogar, convirtiendo la seguridad de la red WiFi en un asunto prioritario para cualquier usuario responsable.
4EL PELIGRO OCULTO DE USAR INFORMACIÓN PERSONAL EN TUS CONTRASEÑAS WIFI

Utilizar información personal fácilmente obtenible como base para contraseñas WiFi supone un riesgo que muchos usuarios subestiman. En la era de las redes sociales, datos como cumpleaños, aniversarios o nombres de familiares ya no son secretos bien guardados sino información públicamente accesible para cualquier persona con mínimas habilidades de investigación en línea. Los ciberdelincuentes profesionales han desarrollado técnicas de ingeniería social cada vez más sofisticadas para recopilar estos datos y construir diccionarios personalizados con los que atacar redes específicas. Esta práctica ha demostrado ser alarmantemente efectiva contra usuarios que basan sus contraseñas en información biográfica.
El uso del documento nacional de identidad, parcial o completo, como contraseña WiFi representa otro error común con graves implicaciones. Este número único, combinado con otros datos personales como fechas de nacimiento, puede facilitar la suplantación de identidad en diversos trámites digitales si cae en manos equivocadas tras el acceso no autorizado a una red doméstica. Los especialistas en seguridad informática coinciden en que cualquier dato personal debería quedar completamente excluido de las estrategias de creación de contraseñas, especialmente en entornos tan críticos como la protección de redes WiFi que centralizan toda nuestra actividad digital.