jueves, 8 mayo 2025

DGT: Si te quitan puntos del carnet por esto, la multa será doblemente dolorosa

El temor a encender el motor y enfrentarse a la jungla de asfalto se multiplica cuando uno piensa en las posibles sanciones que acechan tras cada esquina, cada descuido o cada exceso de confianza. Pocas cosas generan más desazón en un conductor que la notificación de una multa, pero el verdadero golpe llega cuando esa sanción no solo afecta al bolsillo, sino que también merma el preciado saldo de puntos del carnet, un sistema que la DGT implantó para fomentar una conducción más responsable y que, cuando se vulnera, puede tener consecuencias severas. Es una doble penalización que cala hondo, recordándonos que la seguridad vial no es un juego y que ciertas conductas al volante se pagan muy caras, tanto en euros como en la posibilidad de seguir conduciendo.

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En este complejo entramado de normativas y castigos, hay infracciones que destacan por su especial severidad, aquellas que la Dirección General de Tráfico considera de alto riesgo y que, por ende, acarrean no solo una cuantiosa multa económica, sino también una pérdida significativa de puntos. Son esos errores que pueden salirnos carísimos, transformando un simple trayecto en una pesadilla administrativa y, lo que es más importante, poniendo en peligro nuestra integridad y la de los demás. Conocerlas a fondo no es solo una cuestión de evitar el desembolso, sino una muestra de civismo y compromiso con la convivencia en las carreteras, un espacio que compartimos todos y donde la prudencia debería ser siempre nuestra mejor copiloto.

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EL ALCOHOL AL VOLANTE: CÓCTEL EXPLOSIVO PARA TU BOLSILLO Y TU PERMISO

Fuente Pexels

El consumo de alcohol antes de ponerse al volante sigue siendo, lamentablemente, una de las principales causas de siniestralidad en nuestras carreteras, una realidad que la DGT combate con firmeza mediante controles exhaustivos y sanciones ejemplares. Superar las tasas de alcoholemia permitidas no solo demuestra una irresponsabilidad manifiesta, sino que también activa un mecanismo sancionador implacable, que combina multas económicas que pueden alcanzar los 1.000 euros con la retirada de hasta seis puntos del permiso de conducir, una factura demasiado alta por una decisión evitable. La reincidencia, además, agrava considerablemente estas penas, pudiendo incluso derivar en consecuencias penales que van más allá de lo meramente administrativo.

La normativa es clara y no deja lugar a interpretaciones laxas, especialmente para conductores noveles y profesionales, para quienes los límites son aún más estrictos. La percepción de que «por una copa no pasa nada» es un espejismo peligroso, ya que incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden mermar nuestras capacidades de reacción y concentración, convirtiéndonos en un peligro público. La DGT insiste en el mensaje de «cero alcohol al volante», una recomendación que va más allá de la obligación legal y apela directamente a la conciencia individual para proteger la vida, la propia y la ajena, en un entorno donde cada segundo cuenta.

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