El temor a encender el motor y enfrentarse a la jungla de asfalto se multiplica cuando uno piensa en las posibles sanciones que acechan tras cada esquina, cada descuido o cada exceso de confianza. Pocas cosas generan más desazón en un conductor que la notificación de una multa, pero el verdadero golpe llega cuando esa sanción no solo afecta al bolsillo, sino que también merma el preciado saldo de puntos del carnet, un sistema que la DGT implantó para fomentar una conducción más responsable y que, cuando se vulnera, puede tener consecuencias severas. Es una doble penalización que cala hondo, recordándonos que la seguridad vial no es un juego y que ciertas conductas al volante se pagan muy caras, tanto en euros como en la posibilidad de seguir conduciendo.
En este complejo entramado de normativas y castigos, hay infracciones que destacan por su especial severidad, aquellas que la Dirección General de Tráfico considera de alto riesgo y que, por ende, acarrean no solo una cuantiosa multa económica, sino también una pérdida significativa de puntos. Son esos errores que pueden salirnos carísimos, transformando un simple trayecto en una pesadilla administrativa y, lo que es más importante, poniendo en peligro nuestra integridad y la de los demás. Conocerlas a fondo no es solo una cuestión de evitar el desembolso, sino una muestra de civismo y compromiso con la convivencia en las carreteras, un espacio que compartimos todos y donde la prudencia debería ser siempre nuestra mejor copiloto.
3PISAR EL ACELERADOR MÁS DE LA CUENTA: LA VELOCIDAD QUE TE DEJA SIN PUNTOS Y SIN AHORROS

El exceso de velocidad es otra de las bestias negras de la seguridad vial, una infracción común que, sin embargo, está detrás de un porcentaje muy elevado de los accidentes más graves. La DGT dispone de una extensa red de radares, tanto fijos como móviles, para controlar este factor de riesgo, y las sanciones varían significativamente en función del grado en que se supere el límite establecido, pero cuando el exceso es considerable, la multa económica se dispara y la pérdida de puntos se convierte en una certeza dolorosa. No es lo mismo rebasar el límite en 20 km/h en una autovía que hacerlo en 50 km/h en una vía urbana, y el baremo sancionador refleja esta progresividad.
Las multas por velocidad pueden oscilar entre los 100 euros sin pérdida de puntos para los excesos más leves, hasta los 600 euros y la retirada de seis puntos para los más graves, pudiendo incluso considerarse delito contra la seguridad vial si se superan ciertos umbrales, lo que acarrearía penas de prisión, multas aún mayores y la privación del derecho a conducir vehículos a motor. La insistencia de la DGT en el control de la velocidad no es caprichosa; se basa en la evidencia científica de que a mayor velocidad, menor es el tiempo de reacción ante un imprevisto y mucho más graves son las consecuencias de un posible impacto.