Esa sensación de cosquilleo o entumecimiento en las extremidades inferiores suele descartarse como simple fatiga tras una larga jornada. El hormigueo en las piernas representa, sin embargo, una señal de alerta que nuestro organismo envía cuando algo no funciona correctamente, pudiendo esconder problemas de salud que requieren atención inmediata. Muchas personas normalizan estas molestias adjudicándolas al cansancio cotidiano, sin ser conscientes de que podrían estar ignorando síntomas de condiciones médicas más complejas.
Durante años, los especialistas han insistido en la importancia de prestar atención a estas manifestaciones corporales aparentemente inofensivas. Las extremidades inferiores constituyen un reflejo del estado general de nuestro sistema circulatorio y nervioso, actuando como indicadores tempranos de diversos trastornos. Los médicos advierten que desestimar persistentemente esa sensación de «piernas dormidas» podría retrasar diagnósticos importantes, complicando el abordaje de enfermedades subyacentes que, tratadas a tiempo, tendrían soluciones más sencillas y efectivas.
2NEUROPATÍA DIABÉTICA: LA SEÑAL SILENCIOSA DE LA DIABETES

Los niveles elevados de glucosa en sangre mantenidos durante periodos prolongados pueden dañar los nervios periféricos, especialmente en extremidades. La neuropatía diabética se manifiesta inicialmente como un hormigueo en los pies que progresivamente asciende hacia las piernas, acompañado de sensación de quemazón o dolor que suele empeorar durante la noche y dificulta el descanso. Esta complicación afecta aproximadamente al 50% de las personas con diabetes de larga evolución, constituyendo una señal inequívoca de que el control glucémico no es óptimo.
El aspecto más preocupante de esta condición radica en su carácter progresivo y potencialmente irreversible si no se aborda adecuadamente. Cuando el hormigueo en las piernas aparece como síntoma de neuropatía diabética, resulta fundamental intensificar el control de la enfermedad mediante ajustes en la medicación, dieta y ejercicio físico, bajo estricta supervisión médica para evitar la pérdida de sensibilidad que predispone a heridas inadvertidas y complicaciones graves como úlceras o incluso amputaciones. La detección temprana del hormigueo como manifestación neuropática permite implementar tratamientos que, si bien no revierten completamente el daño nervioso, pueden frenar su progresión y mejorar significativamente la calidad de vida.