viernes, 9 mayo 2025

La OMS pide cambiar esto en los colegios urgente por la salud de los niños.

El panorama educativo actual se encuentra en una encrucijada donde la salud y el bienestar infantil cobran mayor protagonismo frente a los tradicionales objetivos académicos. La OMS ha lanzado recientemente un llamamiento urgente para transformar los entornos escolares, considerando que los centros educativos son espacios fundamentales para forjar los hábitos que acompañarán a los más pequeños durante toda su vida adulta. Esta iniciativa surge como respuesta a los alarmantes datos sobre obesidad infantil, sedentarismo y problemas de salud mental que afectan a millones de niños en todo el mundo.

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Las últimas décadas han revelado un incremento preocupante en patologías que antes eran prácticamente inexistentes en la población infantil. Diabetes tipo 2, hipertensión y trastornos de ansiedad son solo algunas de las afecciones que han aumentado exponencialmente entre los escolares. El entorno educativo, donde los niños pasan aproximadamente un tercio de su tiempo diario, se convierte así en un escenario prioritario para implementar cambios estructurales que favorezcan el desarrollo integral y saludable de las futuras generaciones.

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ESPACIOS FÍSICOS QUE CUIDAN: LO QUE LA OMS EXIGE PARA LAS AULAS DEL SIGLO XXI

Fuente: Freepik

La arquitectura escolar tradicional, con sus aulas rectangulares, iluminación artificial y escasa ventilación, contrasta radicalmente con lo que hoy sabemos sobre entornos óptimos para el aprendizaje y la salud. La OMS enfatiza la importancia de diseñar espacios educativos que maximicen la luz natural, garanticen una calidad del aire óptima y ofrezcan versatilidad para diferentes actividades pedagógicas. Las temperaturas extremas, que en muchos centros educativos españoles superan los límites recomendados tanto en invierno como en verano, tienen un impacto directo en la capacidad de concentración y en el bienestar físico de alumnos y docentes, haciendo imprescindible la implementación de sistemas de climatización eficientes y sostenibles.

La conexión con la naturaleza emerge como uno de los aspectos más innovadores de las recomendaciones de la OMS sobre infraestructuras escolares. Los espacios verdes no solo contribuyen a mejorar la calidad del aire y a reducir el estrés, sino que ofrecen oportunidades únicas de aprendizaje experiencial. La creación de aulas al aire libre, huertos escolares y zonas ajardinadas dentro de los centros educativos, lejos de ser elementos decorativos o complementarios, se presentan como componentes esenciales de un entorno educativo saludable e integrador. Este «enverdecimiento» de las escuelas, además de sus beneficios directos para la salud física y mental, supone una oportunidad para educar en valores medioambientales desde la vivencia cotidiana.

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