viernes, 9 mayo 2025

Pilar Eyre alza la voz por el linchamiento mediático a la princesa Leonor

Pilar Eyre, una de las periodistas más veteranas y conocedoras de los entresijos de la Casa Real, ha decidido romper su silencio para poner palabras a una preocupación que muchos comparten pero pocos se atreven a expresar en voz alta: el juicio constante y despiadado al que se somete a la princesa Leonor. En su última columna en Lecturas, Eyre no solo analiza las imágenes del emotivo reencuentro entre Leonor y la reina Letizia en Panamá, sino que lanza una firme defensa de una joven que, a sus 19 años, intenta cumplir con una responsabilidad histórica sin perder del todo su juventud.

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La cronista no oculta su admiración por el temple de la heredera, que lleva meses embarcada en el Juan Sebastián de Elcano, en un entorno completamente ajeno, rodeada de desconocidos, alejada de su familia y bajo la mirada crítica de toda una nación. “Mientras otras chicas de su edad bailan en la playa o viajan con amigos, Leonor tiene que compartir camarote con 76 personas y fingir normalidad mientras su vida es analizada hasta el último detalle”, escribe Eyre. Y es en esa frase donde se resume la tesis de su reflexión, y es que estamos exigiendo a Leonor una perfección imposible.

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Pilar Eyre habla como la princesa Leonor refuerza su imagen de humanidad

Fuente: EuropaPress

La escena del puerto de Panamá ya ha quedado grabada en la retina de millones de personas. Leonor corriendo hacia su madre, abrazándola con fuerza tras cuatro largos meses de distancia, fue un gesto que desbordó emoción y naturalidad. Pilar Eyre lo describe con una sensibilidad que sólo quien conoce bien a sus protagonistas puede transmitir: “Ese trotecillo alegre, ese abrazo entre una princesa fortalecida por la vida en el mar y una reina menuda pero firme… fue la imagen más humana de la Casa Real en mucho tiempo”.

Pero incluso ese momento íntimo y familiar no se libró del análisis mediático. Las cámaras, los titulares y los comentarios en redes sociales volvieron a poner el foco en la apariencia, los gestos, los silencios. Para pilar Eyre, es injusto que un acto tan genuino haya sido diseccionado con lupa. Más aún cuando refleja algo tan básico como el amor entre madre e hija.

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