sábado, 31 mayo 2025

Pilar Eyre alza la voz por el linchamiento mediático a la princesa Leonor

Pilar Eyre, una de las periodistas más veteranas y conocedoras de los entresijos de la Casa Real, ha decidido romper su silencio para poner palabras a una preocupación que muchos comparten pero pocos se atreven a expresar en voz alta: el juicio constante y despiadado al que se somete a la princesa Leonor. En su última columna en Lecturas, Eyre no solo analiza las imágenes del emotivo reencuentro entre Leonor y la reina Letizia en Panamá, sino que lanza una firme defensa de una joven que, a sus 19 años, intenta cumplir con una responsabilidad histórica sin perder del todo su juventud.

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La cronista no oculta su admiración por el temple de la heredera, que lleva meses embarcada en el Juan Sebastián de Elcano, en un entorno completamente ajeno, rodeada de desconocidos, alejada de su familia y bajo la mirada crítica de toda una nación. “Mientras otras chicas de su edad bailan en la playa o viajan con amigos, Leonor tiene que compartir camarote con 76 personas y fingir normalidad mientras su vida es analizada hasta el último detalle”, escribe Eyre. Y es en esa frase donde se resume la tesis de su reflexión, y es que estamos exigiendo a Leonor una perfección imposible.

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La reina Letizia, una madre preocupada

Fuente: EuropaPress

La periodista también se detiene en el papel de la reina Letizia durante la larga travesía de su hija. La imagina, como cualquier madre, siguiendo con ansiedad cada parte meteorológico, temiendo que su hija enfrente una tormenta en alta mar mientras ella debe sonreír en una recepción oficial. “¿Vale la pena?”, se pregunta Pilar Eyre, poniéndose en la piel de una mujer que ha debido vivir su maternidad con una rigidez institucional inquebrantable.

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Ese viaje a Panamá no fue oficial, pero para Letizia tenía una carga emocional inmensa. Estaba allí como una madre más, esperando entre las demás familias el momento de reencontrarse con su hija. Y en ese gesto de esperar, sonreír, abrazar, Eyre ve reflejada toda la humanidad de una reina que, en lo íntimo, es solo una madre que ha echado de menos a su hija durante cuatro largos meses.

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