En la jungla de asfalto que son nuestras ciudades, el supermercado se ha erigido como un oasis cotidiano, un lugar de peregrinación casi obligado donde cada céntimo cuenta. Pero más allá de la rutina de llenar la cesta, la búsqueda de auténticos chollos se ha convertido casi en un deporte nacional, una astuta combinación de paciencia, observación y, sobre todo, conocimiento del terreno. Muchos dan por sentado que el lunes, con la resaca del fin de semana y la promesa de una nueva semana de stock, es el día dorado para las ofertas, pero la realidad, como suele suceder, es bastante más compleja y, a menudo, sorprendente.
Desentrañar los misterios de los ciclos de reposición y las políticas de descuento por caducidad próxima de las grandes superficies es una tarea que requiere algo más que intuición. Los pasillos de los supermercados son un ecosistema vivo, con sus propios ritmos y patrones, donde la oferta y la demanda bailan un tango constante. Entender este baile, saber cuándo salen a escena los productos con precios rebajados o cuándo se renuevan las estanterías con mercancía fresca y promociones de lanzamiento, puede marcar una diferencia sustancial en el ticket final de la compra, transformando una visita rutinaria en una exitosa cacería de verdaderas gangas.
1MÁS ALLÁ DEL LUNES: DESMONTANDO EL MITO DEL PRIMER DÍA
La creencia popular de que el lunes es el día óptimo para cazar ofertas en el supermercado tiene su lógica aparente, pues se asume que tras el ajetreo del fin de semana, los establecimientos reponen existencias y liquidan lo que no se vendió. Sin embargo, la realidad operativa de muchas cadenas desmiente esta idea; el lunes suele ser un día de reorganización interna, de recepción de mercancía que quizás no se ponga inmediatamente a la venta con descuento, o de liquidación de productos que ya llevan varios días esperando comprador. Además, el flujo de clientes suele ser menor, lo que podría llevar a pensar en menos competencia por esos chollos, pero también implica que el personal puede estar más ocupado en tareas de inventario que en la activa rebaja de precios.
En lugar de centrarse ciegamente en el inicio de la semana, conviene observar que los supermercados, en su mayoría, operan con ciclos de reposición más complejos que se extienden a lo largo de varios días. Muchas veces, las verdaderas ofertas, especialmente en productos frescos, no aparecen hasta que el nuevo stock está a punto de llegar o ya ha llegado, forzando la bajada de precios de lo existente. Por tanto, el lunes puede ser, en algunos casos, simplemente un día más, o incluso uno donde las mejores oportunidades aún están por llegar, esperando a que avance la semana para desvelar esos preciados chollos que todos buscamos.
