En la jungla de asfalto que son nuestras ciudades, el supermercado se ha erigido como un oasis cotidiano, un lugar de peregrinación casi obligado donde cada céntimo cuenta. Pero más allá de la rutina de llenar la cesta, la búsqueda de auténticos chollos se ha convertido casi en un deporte nacional, una astuta combinación de paciencia, observación y, sobre todo, conocimiento del terreno. Muchos dan por sentado que el lunes, con la resaca del fin de semana y la promesa de una nueva semana de stock, es el día dorado para las ofertas, pero la realidad, como suele suceder, es bastante más compleja y, a menudo, sorprendente.
Desentrañar los misterios de los ciclos de reposición y las políticas de descuento por caducidad próxima de las grandes superficies es una tarea que requiere algo más que intuición. Los pasillos de los supermercados son un ecosistema vivo, con sus propios ritmos y patrones, donde la oferta y la demanda bailan un tango constante. Entender este baile, saber cuándo salen a escena los productos con precios rebajados o cuándo se renuevan las estanterías con mercancía fresca y promociones de lanzamiento, puede marcar una diferencia sustancial en el ticket final de la compra, transformando una visita rutinaria en una exitosa cacería de verdaderas gangas.
2EL BAILE DE ETIQUETAS: CUÁNDO BAJAN LOS PRECIOS POR CADUCIDAD

Uno de los secretos mejor guardados por los cazadores de ofertas experimentados es el momento exacto en que los productos perecederos ven reducido su precio ante la inminencia de su fecha de caducidad o consumo preferente. Este fenómeno, lejos de ser aleatorio, responde a una estrategia calculada por los supermercados para minimizar pérdidas y dar salida a artículos que, aunque perfectamente consumibles, están a punto de alcanzar su límite de vida útil comercial. Carnes, pescados, lácteos, platos preparados y productos de panadería son los principales protagonistas de este baile de etiquetas, ofreciendo oportunidades de ahorro significativas.
El instante mágico suele producirse a última hora de la tarde o incluso al caer la noche, cuando el personal del establecimiento realiza la ronda para identificar aquellos productos que necesitan una rebaja urgente para ser vendidos antes del cierre o a primera hora del día siguiente. No obstante, algunos supermercados adelantan este proceso a media tarde, especialmente si prevén una gran afluencia de clientes o si el volumen de productos a liquidar es considerable. Conocer estos horarios específicos, que pueden variar ligeramente entre cadenas e incluso entre tiendas de la misma enseña, es fundamental para hacerse con estos chollos de última hora.