En la era digital en la que vivimos, la privacidad se ha convertido en un bien tan preciado como escurridizo, especialmente cuando hablamos de nuestros compañeros inseparables: los teléfonos inteligentes. Muchos usuarios creen que desactivar el GPS de su móvil es suficiente para evitar ser localizados, pero la realidad es bastante más compleja y, a menudo, inquietante, revelando un entramado de seguimiento que va mucho más allá de ese pequeño icono en la pantalla. Este desconocimiento generalizado es, precisamente, el caldo de cultivo perfecto para que las grandes tecnológicas continúen recopilando datos de nuestra ubicación sin que seamos plenamente conscientes de ello.
La sensación de control que nos proporciona apagar el servicio de localización satelital es, en gran medida, una ilusión cuidadosamente orquestada. Las compañías detrás de los sistemas operativos más extendidos, como son Google con Android y Apple con iOS, han desarrollado métodos alternativos y notablemente eficaces para triangular nuestra posición, incluso cuando hemos indicado expresamente que no deseamos compartirla mediante el sistema de posicionamiento global. Estos mecanismos, que operan en segundo plano, se basan en tecnologías tan cotidianas como las antenas de telefonía o las redes WiFi que nos rodean, convirtiendo nuestro entorno en un mapa detallado de nuestros movimientos para quien sepa interpretarlo.
5RECUPERANDO TUS PASOS: CONSEJOS PRÁCTICOS PARA MINIMIZAR EL RASTREO

Aunque erradicar por completo el rastreo de ubicación en un móvil moderno es una tarea casi titánica sin recurrir a medidas extremas, existen ciertas configuraciones y hábitos que pueden ayudar a minimizarlo significativamente. En los ajustes de privacidad de Android e iOS, es fundamental revisar y gestionar los permisos de ubicación de cada aplicación, concediendo acceso solo cuando la aplicación está en uso o, preferiblemente, nunca si no es estrictamente necesario para su funcionamiento. También es recomendable desactivar el historial de ubicaciones de Google y la función de «Lugares importantes» en iPhone, que almacenan un registro detallado de nuestros movimientos.
Otra medida efectiva es desactivar el escaneo de WiFi y Bluetooth para la mejora de la precisión de la ubicación, una opción que suele encontrarse en los ajustes avanzados de localización del sistema operativo. Aunque esto podría afectar ligeramente la rapidez con la que el móvil obtiene la posición, reduce la cantidad de datos que el dispositivo recopila y envía sobre las redes circundantes cuando el WiFi o el Bluetooth están desactivados. Ser conscientes de estas herramientas y configuraciones es el primer paso para ejercer un mayor control sobre la información que compartimos, incluso aquella que se recopila de formas menos evidentes.