La mayoría de los hogares españoles cuenta con conexión a internet, pero pocos usuarios son conscientes del peligro que acecha desde su propio salón. El router que utilizamos diariamente para navegar por la red puede convertirse en la puerta perfecta para que los ciberdelincuentes accedan a nuestra información personal si no tomamos las precauciones adecuadas. Según los datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), los ataques dirigidos a dispositivos domésticos aumentaron un 47% durante el último año, lo que refleja la creciente amenaza que enfrentamos.
La vulnerabilidad de estos pequeños dispositivos no es ninguna novedad para los expertos en seguridad informática, quienes llevan años advirtiendo sobre los riesgos de mantener la configuración predeterminada. Los ciberdelincuentes han perfeccionado sus técnicas para aprovechar estas brechas de seguridad, utilizando software especializado que puede detectar routers mal protegidos en cuestión de segundos, facilitando así el acceso no autorizado a nuestras redes domésticas. Dos sencillos pasos, cambiar la contraseña y actualizar el firmware, pueden marcar la diferencia entre una conexión segura y poner en bandeja toda nuestra vida digital a desconocidos.
1LA AMENAZA INVISIBLE QUE SE ESCONDE EN TU SALÓN

El router es, en esencia, el guardián de nuestra red doméstica, el dispositivo que permite la conexión de todos nuestros aparatos a internet, desde ordenadores y móviles hasta televisores inteligentes y sistemas de domótica. Esta posición central lo convierte en un objetivo prioritario para los ciberdelincuentes, quienes saben que comprometiendo este único punto pueden acceder a todos los dispositivos conectados a la red sin necesidad de atacarlos individualmente. Muchos usuarios desconocen que sus routers mantienen las configuraciones de fábrica, incluyendo contraseñas predeterminadas que pueden encontrarse fácilmente en internet.
Los ataques a estos dispositivos no son exclusivos de grandes organizaciones criminales, sino que cualquier persona con conocimientos básicos puede intentarlo. Las herramientas necesarias están disponibles gratuitamente en internet, y los tutoriales para utilizarlas proliferan en foros y plataformas de vídeo. Las estadísticas son alarmantes: el 65% de los routers domésticos en España nunca ha cambiado su contraseña predeterminada, lo que equivale a dejar la puerta de casa entreabierta permanentemente. Esta situación se ha vuelto especialmente preocupante con el aumento del teletrabajo, donde la seguridad de los datos empresariales depende frecuentemente de la protección que ofrezca el router personal del empleado.