La mayoría de los hogares españoles cuenta con conexión a internet, pero pocos usuarios son conscientes del peligro que acecha desde su propio salón. El router que utilizamos diariamente para navegar por la red puede convertirse en la puerta perfecta para que los ciberdelincuentes accedan a nuestra información personal si no tomamos las precauciones adecuadas. Según los datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), los ataques dirigidos a dispositivos domésticos aumentaron un 47% durante el último año, lo que refleja la creciente amenaza que enfrentamos.
La vulnerabilidad de estos pequeños dispositivos no es ninguna novedad para los expertos en seguridad informática, quienes llevan años advirtiendo sobre los riesgos de mantener la configuración predeterminada. Los ciberdelincuentes han perfeccionado sus técnicas para aprovechar estas brechas de seguridad, utilizando software especializado que puede detectar routers mal protegidos en cuestión de segundos, facilitando así el acceso no autorizado a nuestras redes domésticas. Dos sencillos pasos, cambiar la contraseña y actualizar el firmware, pueden marcar la diferencia entre una conexión segura y poner en bandeja toda nuestra vida digital a desconocidos.
4CÓMO PROTEGER TU ROUTER EN DOS PASOS SENCILLOS Y RÁPIDOS

El primer paso fundamental consiste en cambiar la contraseña de acceso al panel de administración del router. Para realizar esta tarea, debemos ingresar a la interfaz de configuración introduciendo en el navegador la dirección IP del dispositivo, que suele ser 192.168.1.1 o 192.168.0.1, aunque puede variar según el fabricante. Una vez dentro, buscaremos la sección de seguridad o administración donde podremos modificar tanto el nombre de usuario como la contraseña predeterminados, sustituyéndolos por credenciales robustas que incluyan mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales. Es recomendable también cambiar el nombre de la red Wi-Fi (SSID) por uno que no revele información personal ni el modelo del router.
El segundo paso, igualmente crucial, implica actualizar el firmware del router a la versión más reciente. Esta operación normalmente se encuentra en la sección de «Mantenimiento» o «Administración avanzada» de la interfaz. Primero debemos comprobar si hay actualizaciones disponibles, proceso que en muchos routers modernos puede realizarse automáticamente mediante un botón de verificación que compara nuestra versión actual con la última liberada por el fabricante. Si existe una actualización, solo tendremos que descargarla e instalarla siguiendo las instrucciones en pantalla, teniendo la precaución de no interrumpir el proceso para evitar daños en el dispositivo. Algunos modelos más avanzados ofrecen la opción de programar actualizaciones automáticas, eliminando así la necesidad de realizar esta tarea manualmente.