Conducir por las grandes urbes españolas, y Madrid no es una excepción, se ha convertido en una suerte de yincana donde la pericia al volante compite con la necesidad de descifrar un entramado normativo cada vez más enrevesado. A menudo, la atención se centra en las señales verticales, esos postes que nos alertan de peligros o prohibiciones, pero existe otra señal de tráfico
mucho más sutil, casi invisible para el conductor apresurado, que yace directamente bajo nuestras ruedas y cuya ignorancia puede salir muy cara.
Hablamos, cómo no, de las marcas viales, esa pintura que delimita carriles, indica direcciones o restringe accesos, y que, pese a su aparente modestia, tiene la misma validez legal que sus homólogas metálicas. El desconocimiento o la simple distracción ante estas indicaciones horizontales, especialmente en zonas de circulación restringida como los carriles bus-VAO, está llevando a muchos conductores madrileños a enfrentarse a sanciones económicas que rondan los doscientos euros, una cifra nada despreciable que nos obliga a prestar mucha más atención al asfalto que pisamos.
4MÁS ALLÁ DEL BUS-VAO: OTRAS MARCAS VIALES QUE TRAEN DE CABEZA

Pero el universo de las marcas viales problemáticas no se limita exclusivamente a los carriles bus-VAO; existen otras muchas indicaciones horizontales que pueden inducir a error o ser fácilmente ignoradas con el consiguiente perjuicio económico. Un ejemplo clásico son las cuadrículas amarillas pintadas en algunas intersecciones, cuya finalidad es recordar la prohibición de entrar en ellas si no se tiene la certeza de poder abandonarlas sin obstaculizar el tráfico transversal, incluso aunque el semáforo propio esté en verde. Esta señal de tráfico
es vital para la fluidez.
Asimismo, las zonas de carga y descarga, delimitadas por líneas amarillas continuas o discontinuas, o las líneas azules y verdes de las zonas de estacionamiento regulado, son otra fuente habitual de sanciones si no se respetan los horarios y condiciones específicas que suelen acompañarlas mediante señalización vertical complementaria. Incluso una simple línea amarilla en zigzag, que indica la prohibición de estacionar en el tramo que delimita por estar reservado a algún fin específico como una parada de autobús, puede generar una multa si se interpreta incorrectamente o se ignora deliberadamente esta señal de tráfico
en el suelo.