El flan de queso siempre ha sido uno de esos postres que combinan sencillez y sabor, con una textura cremosa que conquista desde el primer bocado. Su origen se remonta a la tradición de los flanes clásicos, pero con el paso del tiempo, los amantes de la cocina han sabido transformarlo en una receta versátil, capaz de incorporar ingredientes tan inesperados como intensos. Así es como nace el flan de queso de Cabrales, una versión audaz que fusiona lo dulce y lo salado en un equilibrio sorprendente.
Este flan de queso no es apto para paladares temerosos. La potencia del Cabrales, uno de los quesos azules más emblemáticos de Asturias, se mezcla con la suavidad del caramelo y la cremosidad de la base para crear un postre que rompe moldes. Es una propuesta que invita a mirar con nuevos ojos los sabores tradicionales y a atreverse con combinaciones que, a primera vista, podrían parecer imposibles.
3Una experiencia que sorprende desde el primer bocado

Servido frío, el flan de queso de Cabrales se convierte en una explosión de contrastes. Al primer contacto, se percibe el dulzor del caramelo, pero pronto llega el golpe de carácter del Cabrales, que sorprende y conquista. Es un postre perfecto para cerrar una comida especial, especialmente si se quiere impresionar a los comensales con algo fuera de lo común. Puede acompañarse de nueces caramelizadas o incluso de una copa de vino dulce, para realzar aún más su singularidad.
Este flan de queso no solo es un ejemplo de innovación gastronómica, sino también un homenaje a la tradición asturiana, reinterpretada desde la cocina más creativa. Porque a veces, lo inesperado no solo funciona, también emociona. Y este flan de queso de Cabrales, sin duda, lo logra. Es una receta que rompe con la idea clásica del postre y abre la puerta a una nueva forma de entender los sabores.