sábado, 10 mayo 2025

El tortazo de ‘La familia de la tele’ complica el futuro a José Pablo López en RTVE

La discreta calidad y bajas audiencias de las primeras emisiones de ‘La familia de la tele’ en La 1 de TVE ha desatado una tormenta en el seno de la izquierda política y cultural. Lo que para algunos ha sido un gesto de apertura y renovación, para otros representa un auténtico bochorno: la colonización de la televisión pública por las mismas dinámicas mediáticas que durante años fueron duramente criticadas desde los sectores progresistas.

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La cobertura del programa, especialmente la forma en la que se trató la fumata blanca del nuevo Papa, ha actuado como catalizador de una crítica más profunda: el abandono de los principios que tradicionalmente definieron a RTVE como servicio público.

El Consejo de Informativos del ente público no tardó en emitir un comunicado tajante. Este organismo controlado por la izquierda sindical denuncia que el tratamiento dado a un evento «claramente informativo» fuera desvirtuado por un tono y una puesta en escena que «merman la credibilidad» de la cadena y «perjudican la imagen de marca».

La escena de Marta Riesco entrevistando a monjas en la plaza de San Pedro con preguntas simplonas fue el símbolo perfecto de lo que muchos consideran un despropósito. Pero la crítica más acerada ha venido de voces emblemáticas del pensamiento progresista y del ámbito cultural.

Jimina Sabadú, escritora y crítica cultural, denunció lo que considera una operación de propaganda encubierta en el estreno del formato vespertino: «Un larguísimo y carísimo anuncio institucional del presente Gobierno», escribió.

En su opinión, el discurso repetitivo sobre «diversidad, inclusión, solidaridad y servicio público» queda completamente desacreditado cuando se utiliza a personas con un historial televisivo centrado en el sensacionalismo y la humillación ajena.

Sabadú recuerda cómo algunos de los rostros del programa, como Belén Esteban, María Patiño o Kiko Matamoros, han sido parte de una televisión que fomentó el desprecio a las mujeres, el clasismo y la superficialidad intelectual.

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La colaboradora de El País resumió la emisión como «una vergonzosa cabalgata de cuatro horas» que simboliza «el triunfo de la mediocridad, del enchufe, del politiqueo y de la vulgaridad».

ENFADO POR UN PROGRAMA POLÍTICO

El malestar no es solo estético o nostálgico: es profundamente político. Para una parte de la izquierda, la televisión pública debe ser un pilar cultural, educativo y crítico frente al mercado. Lo que duele no es solo la estética del programa, sino lo que representa: la rendición de una institución pública a las lógicas del entretenimiento más burdo, con el agravante de que esta rendición parece contar con la bendición del actual Gobierno, que ha impulsado esta «renovación» como parte de su agenda comunicativa.

El debate pone sobre la mesa una cuestión fundamental: ¿Es compatible este tipo de espectáculo con el rigor? ¿Debe el pluralismo incluir también las voces del espectáculo más denostado si eso significa ganar audiencia? ¿Y si no, como es el caso?

Dos Moncloa
‘La familia de la tele’. Foto: RTVE.

Para muchos, el caso de ‘La familia’ de la tele demuestra que hay límites que no deberían cruzarse, sobre todo cuando están en juego recursos públicos y valores compartidos. La izquierda mediática, cultural y profesional ha hablado con claridad: no todo vale en nombre del pluralismo o de la audiencia, tal y como señalan desde Sumar. Y menos en una televisión pública que, según su propia misión, debería ser el antídoto contra la banalidad, no su principal difusor.

NO PUEDE NI CONTRA ANTENA 3 NI CONTRA TELECINCO

‘La familia de la tele’ ha sido protegido al convertirse en un contenedor que incluye los seriales ‘Valle Salvaje’ y el exitoso ‘La Promesa’, que no evitan que el formato parido por el antiguo equipo de ‘Sálvame’ sea competitivo.

‘Y ahora Sonsoles’ de Antena 3 y ‘El diario de Jorge’ de Telecinco han cobrado oxígeno tras el estreno de este polémico formato que supone un punto de inflexión para el PSOE sobre la televisión del corazón. Su fracaso señala a José Pablo López, que podría ver complicado su futuro.

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