Granada es sinónimo de historia, de arquitectura majestuosa y de paisajes que cortan la respiración. Pero más allá de la Alhambra o del Albaicín, hay un rincón apenas explorado que parece salido de un cuento de misterio. A solo media hora en coche de la capital nazarí, entre sierras cubiertas de niebla y callejuelas silenciosas, se encuentra Nigüelas, una pequeña villa enclavada en el Valle de Lecrín que ha sabido guardar en secreto un legado de leyendas y enigmas que fascinan a quien se atreve a descubrirla.
Nigüelas no aparece en las guías turísticas como uno de los destinos imprescindibles de Granada, pero quizás esa sea precisamente su mayor virtud. Su historia se remonta a tiempos moriscos, y aún se pueden sentir las huellas de antiguas civilizaciones en sus casas blancas, sus fuentes escondidas y su entorno natural dominado por las sierras de Almijara y Albuñuelas. Pero lo que hace especial a esta villa granadina no es solo su belleza, sino también los relatos que circulan desde hace generaciones, las voces que susurran secretos al caer la noche y las historias que parecen resistirse a ser olvidadas.
3Senderos con historia cerca de Granada

La ubicación de Nigüelas la convierte en una joya para los senderistas. Desde sus calles parten rutas que serpentean por montañas, antiguas acequias y miradores que ofrecen vistas privilegiadas de Sierra Nevada y del Valle de Lecrín. Pero estas sendas no solo ofrecen belleza natural; en Granada muchos conocen la historia de “la mujer del manto”, un espectro que según los relatos aparece en una curva del sendero de los Cahorros. Quienes dicen haberla visto aseguran que lleva un vestido oscuro y que desaparece sin dejar rastro.
Historias como esta se han transmitido de generación en generación, convirtiendo la experiencia de caminar por la zona en un ejercicio de conexión con lo invisible. Los habitantes de Nigüelas suelen relatar estos cuentos con una mezcla de respeto y resignación: “No sabemos si son ciertos, pero preferimos no tentar a la suerte”, dicen. Para los curiosos, estos relatos son un motivo más para visitar Granada y perderse en esta villa enigmática donde cada rincón parece guardar un secreto esperando a ser contado.