La búsqueda del momento idóneo para reservar un billete de avión se ha convertido en una especie de arte para los viajeros españoles. Contrariamente a la creencia popular, los estudios recientes revelan que los vuelos baratos no suelen encontrarse los martes, sino que el lunes se posiciona como el día estrella para conseguir tarifas más económicas. Esta revelación desmonta uno de los mitos más arraigados entre los consumidores que, durante años, han programado sus compras para el segundo día de la semana esperando encontrar chollos inexistentes.
El mercado aeronáutico está repleto de fluctuaciones que responden a algoritmos complejos y patrones de comportamiento del consumidor que las aerolíneas analizan meticulosamente. Las compañías aéreas ajustan sus precios constantemente en función de múltiples variables como la demanda, la temporada o incluso eventos especiales, lo que convierte la búsqueda de vuelos económicos en un verdadero rompecabezas para el viajero medio. Los expertos en el sector turístico llevan años investigando estas variaciones para determinar patrones fiables que ayuden a los consumidores a optimizar sus compras, desembocando en conclusiones que contradicen gran parte del conocimiento popular.
2EL MITO DEL MARTES: POR QUÉ SEGUIMOS CREYENDO EN ÉL A PESAR DE LOS DATOS

La persistencia del mito sobre los martes como día ideal para comprar billetes tiene sus raíces en prácticas comerciales de hace más de una década. Anteriormente, las aerolíneas publicaban sus ofertas semanales ese día, creando un hábito de consumo que se ha mantenido en el imaginario colectivo a pesar de que la digitalización ha transformado completamente los sistemas de fijación de precios. Los vuelos baratos ya no responden a decisiones humanas programadas, sino a algoritmos que actualizan tarifas varias veces al día según múltiples parámetros.
Estudios realizados por universidades españolas especializadas en economía del turismo han demostrado que esta creencia popular cuesta a los consumidores millones de euros anuales. Los viajeros que esperan al martes para realizar sus compras suelen encontrarse con precios ya inflados, pues los algoritmos detectan el aumento de búsquedas ese día y responden incrementando las tarifas según la ley de oferta y demanda. La ironía es que muchos usuarios siguen atribuyendo a la casualidad no encontrar esas ofertas míticas, cuando en realidad están siguiendo una estrategia contraproducente basada en información obsoleta.