lunes, 12 mayo 2025

«El Portugués» se enfrenta a 226 años de cárcel por 4 asesinatos y 9 tentativas

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid celebra a partir del próximo lunes a las diez de la mañana el juicio oral contra Micael D.M., alias «El Portugués», un hombre acusado de matar a 4 personas y arremeter con su coche contra otras nueve durante la celebración de una boda en Torrejón de Ardoz (Madrid), después de que fuera «invitado» a abandonar el banquete de celebración él y los dos menores que le acompañaban.

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La Fiscalía Provincial de Madrid solicita 226 años de prisión para Micael, que tras mantener un enfrentamiento con varias personas durante la celebración de una boda, cogió su vehículo y se dirigió hacia los allí presentes «sin darles oportunidad de apartarse», según el escrito de acusación fiscal y los arrolló con su vehiculo.

En su huida «El Portugués» causó la muerte de cuatro personas y heridas de diversa consideración a otras nueve. Por eso, el representante del Ministerio Público le imputa cuatro delitos de asesinato (25 años por cada uno de ellos) y nueve de intento de asesinato (14 años por cada uno de ellos). En total son 226 años. Además pide indemnizaciones para cada una de las víctimas, que sumadas suponen varios millones de euros, algo difícilmente asumible por el acusado.

«EL PORTUGUÉS» FUE EXPULSADO

El escrito de acusación señala que en la madrugada del 6 de noviembre de 2022   Micael, apodado “El Portugués”, acudió a la celebración de una boda en el restaurante “El Rancho” de Torrejón de Ardoz (Madrid) en compañía de dos hijos suyos menores de edad y de dos sobrinos. Durante la celebración, uno de los menores protagonizó un incidente con alguno de los invitados, lo que motivó que se le indicara al acusado que abandonara el lugar junto con las personas que le acompañaban.

Fue entonces cuando Micael se enfrentó a varios de los allí presentes, hasta que una vez en el exterior del establecimiento, se dirigió en compañía de sus hijos y sobrinos al vehículo de su propiedad que tenía aparcado en las inmediaciones.

El suceso ocurrió cuando, tras ponerse al volante, aceleró el motor «a sabiendas de la presencia de las personas allí congregadas con motivo de los hechos y con total voluntad de causarles la muerte o asumiendo la posibilidad de que ello sucediera», arrolló a varios de ellos, ocasionando la muerte de cuatro personas: I. M. S., C. R. B., J. M. R. V. y C. B. S.

Junto a una de las víctimas mortales (I. M. S.), el único menor de edad de los fallecidos, se encontraban D. M. R. y C. R. N. quienes sobrevivieron al impacto si bien resultaron heridos. Por su parte, Á. J. B., F. R. B. y M. del C. N. se hallaban junto a C. B. S., quienes, asimismo, fueron golpeados, sufriendo lesiones. Del mismo modo fueron arrollados, resultando lesionados A. J. S., D. J. S., V. P. B. y J. A. J. B. quien intentó que el acusado detuviera el vehículo, haciendo éste caso omiso, según el escrito de la Fiscalía de Alcalá de Henares que ha realizado la instrucción del caso.

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El vehículo del acusado, que se encuentra privado de libertad por esta causa desde el día 6 de noviembre de 2022, carecía de seguro de responsabilidad civil en esa fecha. En su descargo «El Portugués» ha asegurado que arrolló a la multitud porque se asustó cuando le pareció oír disparos. Por ese motivo, su defensa solicita que se le juzgue por cuatro delitos de homicidio imprudente con la eximente de miedo insuperable. Sin embargo, la investigación policial no halló restos de balas ni de impactos en la escena y tampoco ninguno de los asistentes escuchó disparos.

El drama ocurrió durante el enlace de Rubén y Sonia, dos jóvenes que celebraban su enlace en un complejo llamado «El Rancho», a las afueras de Torrejón. Al parecer, uno de los hijos de Micael, menor de edad, mantuvo una disputa con otro de los invitados y por eso fueron expulsados él, sus dos hijos y sus dos sobrinos.

Sin embargo, lejos de marcharse, «El Portugués», presuntamente, se subió a su coche aparcado en los alrededores del edificio y arremetió contra la multitud de asistentes que se agolpaban a las puertas del complejo de celebraciones. Después, emprendió una huida que duró poco, pues la Guardia Civil interceptó el vehículo en Toledo. El coche estaba destrozado por los impactos contra los fallecidos.

El informe de la Policía Municipal recoge que el coche de «El Portugués» pasó de 48 kilómetros por hora a 63 kilómetros cuando impactó contra los invitados, es decir, que lejos de frenar el presunto homicida aceleró. El mismo documento dice que esa distancia y con la iluminación artificial de las farolas, el conductor debería haber tenido perfecta visibilidad de los peatones, que además eran un grupo numeroso.

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