Felipe VI y la reina Letizia han sorprendido con una decisión inesperada que rompe con el ritmo habitual de la agenda institucional. Aunque parecía que la semana transcurriría con normalidad tras su participación en el acto conmemorativo del 80º aniversario de la liberación del campo de concentración de Mauthausen en Austria, lo cierto es que el anuncio de la Casa Real ha trastocado por completo las previsiones. Según ha comunicado el equipo de comunicación de Zarzuela, los Reyes han optado por tomarse unos días de descanso coincidiendo con el puente de San Isidro.
Este tipo de decisiones no son frecuentes en la rutina pública de Felipe VI, un monarca conocido por su rigurosidad y compromiso con los actos oficiales. Sin embargo, la agenda publicada esta semana presenta una anomalía significativa, pues a partir del miércoles 14 de mayo no se prevén más apariciones públicas por parte ni del Rey ni de la Reina. Un movimiento que ha generado cierta sorpresa en medios y círculos institucionales, sobre todo por la discreción con la que se ha manejado la información.
3El misterio sobre el destino de los Reyes
Pese a la transparencia parcial con la que se ha informado esta vez, Felipe VI ha mantenido intacto el estilo discreto que le caracteriza cuando se trata de su vida privada. No se ha revelado si el descanso será en Madrid o si aprovecharán para realizar una escapada lejos del entorno habitual. En otras ocasiones, los Reyes han optado por pequeñas estancias privadas fuera de la capital, aunque siempre envueltas en el máximo sigilo.
Esta práctica, habitual pero poco documentada, alimenta la curiosidad mediática. Si bien es comprensible que mantengan ciertos márgenes de intimidad, la ausencia de detalles concretos tiende a abrir debates sobre el equilibrio entre vida institucional y vida privada en una monarquía moderna. Aun así, muchos ven en este gesto un reflejo de una nueva etapa más flexible y humana en el reinado de Felipe VI.
