lunes, 12 mayo 2025

La OMS alerta sobre este alimento que adoras en verano y que es un foco de bacterias si no tienes cuidado

Llega el calor, los días se alargan y con ellos las ganas de disfrutar de comidas al aire libre, de tapas en terrazas y de esos platos veraniegos que tanto nos apetecen. Sin embargo, esta época de disfrute gastronómico puede traer consigo ciertos riesgos si no prestamos la debida atención, especialmente con preparaciones caseras que involucran ingredientes delicados; de hecho, la OMS lleva tiempo advirtiendo sobre los peligros asociados a la manipulación incorrecta de alimentos, un tema que cobra especial relevancia cuando las temperaturas suben y las bacterias encuentran el caldo de cultivo perfecto para proliferar, convirtiendo un manjar en una potencial amenaza para nuestra salud.

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Las alertas sanitarias no son caprichos de organismos internacionales, sino herramientas fundamentales para la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos, algo que a menudo pasamos por alto en el relajado ambiente estival. Solemos confiar en nuestras costumbres, en esas recetas familiares que han pasado de generación en generación, sin pararnos a pensar que las condiciones de conservación y los conocimientos sobre seguridad alimentaria han evolucionado. Es precisamente uno de esos platos estrella del verano, delicioso y versátil, el que se encuentra en el punto de mira por su facilidad para convertirse en un foco de bacterias si no se extreman las precauciones, recordándonos que el placer culinario nunca debe estar reñido con la prudencia y el conocimiento.

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LA MAYONESA CASERA: TRADICIÓN VS. RIESGO CALCULADO

Fuente Freepik

Es innegable el encanto de lo hecho en casa, esa conexión con la cocina de nuestras abuelas, donde cada plato sabía a tradición y cariño. La mayonesa casera no es una excepción; para muchos, su sabor y textura son incomparables con las versiones industriales, y el ritual de emulsionar lentamente el aceite con el huevo tiene un componente casi terapéutico. Sin embargo, en esta balanza entre el placer de lo artesanal y la seguridad alimentaria, es crucial ser conscientes de que estamos asumiendo un riesgo, un riesgo que, aunque pueda parecer pequeño o improbable, tiene consecuencias reales que la OMS y otras entidades sanitarias no se cansan de recordarnos.

El problema radica, en gran medida, en una percepción distorsionada del peligro, o en la creencia popular de que «a mí no me va a pasar». Hemos consumido mayonesa casera toda la vida sin incidentes aparentes, pero esto no invalida la evidencia científica ni las recomendaciones de organismos como la OMS sobre la manipulación segura de alimentos. Olvidamos que un solo huevo contaminado, algo imposible de detectar a simple vista, puede ser suficiente para desencadenar un brote de salmonelosis, afectando especialmente a los más vulnerables: niños pequeños, ancianos, mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunitarios comprometidos, para quienes una simple gastroenteritis puede revestir mayor gravedad.

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