miércoles, 14 mayo 2025

La OMS pone nombre al ‘asesino silencioso’ de tu cocina: Este condimento te acorta la vida

Cada día, millones de españoles sazonan sus alimentos sin ser conscientes del peligro que acecha en sus cocinas. La OMS ha lanzado una nueva advertencia sobre el exceso de sal en nuestra dieta, denominándolo como el verdadero ‘asesino silencioso’ que se esconde en los hogares de todo el mundo. Esta sustancia, que utilizamos casi por inercia para potenciar el sabor de nuestros platos, está directamente relacionada con el aumento de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud que, a largo plazo, pueden acortar considerablemente nuestra esperanza de vida.

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No es la primera vez que los expertos sanitarios alertan sobre los riesgos del consumo excesivo de sodio, pero ahora la gravedad del mensaje se ha intensificado. Según los últimos informes presentados por la OMS, el español medio consume casi el doble de la cantidad recomendada de sal diariamente, un hábito que podría estar restando hasta cinco años de vida a quienes mantienen este patrón alimenticio durante décadas. El llamamiento a reducir este condimento en nuestra dieta ya no es solo una recomendación, sino una urgencia sanitaria que debería hacer saltar todas las alarmas en los hogares españoles.

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DESCUBRIENDO EL SODIO OCULTO: MÁS ALLÁ DEL SALERO

Fuente: Freepik

El verdadero problema no radica únicamente en la sal que añadimos conscientemente a nuestros platos, sino en aquella que consumimos sin saberlo. Los expertos de la OMS han identificado que aproximadamente el 75% del sodio que ingerimos no proviene del salero que tenemos en la mesa, sino de alimentos procesados y ultraprocesados que contienen cantidades sorprendentemente elevadas de este mineral como conservante y potenciador del sabor. Productos aparentemente inocuos como el pan de molde, las conservas, los embutidos e incluso algunos cereales de desayuno pueden contener más sodio del que imaginamos.

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La industria alimentaria utiliza el cloruro sódico en cantidades muy superiores a las necesarias por razones que van más allá de la conservación. La sal potencia los sabores, crea adicción y permite extender la vida útil de los productos, beneficiando así la logística y la rentabilidad. Los consumidores rara vez leen las etiquetas nutricionales con detenimiento o conocen las diferentes denominaciones bajo las que puede esconderse el sodio en la lista de ingredientes. La OMS insiste en que esta situación requiere tanto de una mayor concienciación ciudadana como de regulaciones más estrictas para la industria, especialmente en lo referente al etiquetado claro y transparente de los productos alimenticios comercializados en nuestro país.

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