Pedro Saura ha logrado pacificar la relación de la dirección de Correos con los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, que fueron muy críticos con su antecesor en la presidencia de la mayor compañía pública del Estado, Juan Manuel Serrano.
El exdiputado y exsecretario de Estado de Transportes socialista está pendiente del Acuerdo Marco que definirá los objetivos de Correos, que recibirá una inyección de 4.000 millones de euros del Estado y recortará 8.000 empleos a través de bajas incentivadas.
El proyecto, según el sindicato CGT, contiene «una batería de agresivas modificaciones que, de llevarse a cabo, supondría un gravísimo revés para la prestación del servicio postal público». Los recortes, explican, supondrían «una mayor carga de trabajo para el personal restante, con zonas de reparto más amplias e imposibles de repartir».
«Y supone una estocada de muerte a la adecuada prestación del servicio postal público en las condiciones que recoge la ley postal», añaden.
ENFADO EN ALMERÍA
CGT se desmarca de los acuerdos entre Saura y varios sindicatos y también lo hace la central sindical SIPCTE, que denuncia que el servicio postal en el Levante almeriense vive uno de sus peores momentos.
En los últimos tiempos Correos ha dejado sin cartero fijo en el turno de mañana a localidades clave como Cuevas del Almanzora, una zona con más de 55 kilómetros de recorrido, que incluye núcleos como Villaricos.
También Campohermoso, otra localidad que depende del reparto rural, se encuentra sin personal asignado. «Las rutas allí son largas y complejas, con pueblos dispersos como Atochares, Pueblo Blanco o La Fuensanta, que necesitan una planificación estable y personal fijo para que los vecinos reciban su correspondencia a tiempo», advierten.

La situación en Cuevas del Almanzora según SIPCTE «es especialmente grave»: los carteros que tienen asignadas rutas fijas y oficinas abiertas al público han tenido que abandonar sus zonas habituales para cubrir otras que están sin nadie. Cada una de ellos está repartiendo hasta 4 secciones distintas, lo que es «inasumible, peligroso y claramente injusto».
REPARTO EN COCHES PARTICULARES
Otro de los enfados del citado sindicato se focaliza en el municipio de Campohermoso, donde algunos trabajadores tienen un contrato por el cual usan su propio coche para repartir y, a cambio, Correos les paga el kilometraje. «Sin embargo, se les está obligando a hacer una ruta extra que no consta en su contrato, y para eso la empresa les presta un coche de Correos», explican.
SIPTCE asegura que existe «improvisación, descontrol y un uso absurdo de los recursos públicos», a lo cual se le suma un problema que afecta directamente a los ciudadanos: las notificaciones oficiales no están llegando como deberían.
El sindicato ha realizado un llamamiento a todos los partidos políticos de la comarca: «esto no es solo un problema laboral, es la destrucción de un servicio público esencial. Correos recibe subvenciones para que todos los ciudadanos —vivan donde vivan— puedan recibir sus cartas y notificaciones al menos cinco días a la semana. Hoy eso no se está cumpliendo», aseveran.
Correos, según ellos, «parece cada vez más centrada en repartir paquetes de Amazon y se olvida de su deber como operador público». El responsable el sindicato, Francisco Sabio, dice que «Correos se está cargando el reparto en el Levante almeriense y deja sin cartas a quien no puede pagar un paquete. No se puede hablar de servicio público si no hay trabajadores para prestarlo».
PÉRDIDAS HISTÓRICAS
Correos registró unas pérdidas históricas en 2024 de 522 millones de euros a cuenta del impacto extraordinario de una provisión de 428 millones para facilitar salidas voluntarias de personal. Sin la provisión, los números rojos hubiesen sido de 92 millones de euros.
La compañía asegura que estos números se mueven «dentro de las proyecciones del Plan Estratégico 2024-2028, cuyo fin es revertir la actual situación de pérdidas de la compañía para garantizar su sostenibilidad económico-financiera».