miércoles, 14 mayo 2025

Ese dolor de hombro que no se va: no es por dormir mal, esto le pasa a tu corazón

Muchas personas despiertan con una molestia persistente en el hombro y automáticamente lo atribuyen a una mala postura durante el sueño. El dolor de hombro que aparentemente no tiene explicación puede ser más preocupante de lo que imaginamos, especialmente cuando se localiza en el lado izquierdo. Lo que muchos desconocen es que esta molestia aparentemente inocua podría estar enviando señales de alerta sobre la salud cardiovascular.

Publicidad

Los especialistas en cardiología llevan décadas estudiando el fenómeno conocido como «dolor referido», un mecanismo mediante el cual nuestro organismo nos avisa de problemas en órganos internos a través de sensaciones dolorosas en zonas aparentemente no relacionadas. Este dolor de hombro persistente, particularmente cuando se presenta sin lesión previa ni sobreesfuerzo físico, merece especial atención por parte de los profesionales sanitarios y de quienes lo padecen.

2
¿POR QUÉ EL HOMBRO IZQUIERDO ES LA ZONA DE ALARMA?

Fuente: Freepik

La anatomía juega un papel fundamental en esta manifestación específica de los problemas cardíacos. El corazón se encuentra ligeramente desplazado hacia la izquierda en nuestra caja torácica, lo que establece conexiones nerviosas más directas con esa mitad del cuerpo. Las fibras nerviosas que recogen información sensorial del corazón comparten rutas neurológicas con aquellas que provienen del hombro y brazo izquierdos, creando el escenario perfecto para que se produzca este tipo de confusión sensorial.

El nervio frénico, responsable de transmitir señales desde el diafragma y estructuras cercanas al corazón, también inerva partes de la región del hombro. Cuando ocurre un episodio de isquemia cardíaca (falta de riego sanguíneo al músculo cardíaco), se liberan sustancias que irritan estas vías nerviosas compartidas. Esta irritación neurológica genera la sensación de dolor en el hombro izquierdo mientras el verdadero problema se encuentra en las arterias coronarias que no están proporcionando suficiente oxígeno al músculo cardíaco, una señal de alarma que nuestro cuerpo emite pero que frecuentemente malinterpretamos.

Publicidad
Publicidad