La publicidad engañosa ha colonizado las estanterías de los supermercados con productos que prometen ser saludables, pero esconden una realidad muy distinta. Según la OMS, existe una categoría de alimentos procesados que, pese a su imagen de saludables, representan un peligro silencioso para nuestra salud a largo plazo, contribuyendo al incremento de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, hipertensión y obesidad.
Hace décadas que la industria alimentaria perfecciona sus técnicas de marketing, envolviendo productos altamente procesados en un halo de salud mediante etiquetas verdes, mensajes sobre beneficios nutricionales y envases que sugieren naturalidad. Esta estrategia ha logrado confundir incluso a los consumidores más conscientes, quienes buscan mejorar su alimentación pero caen en la trampa de estos ultraprocesados disfrazados, un fenómeno que preocupa enormemente a los expertos de la OMS por sus consecuencias a nivel global.
4ZUMOS Y BEBIDAS VEGETALES: LA CARA OCULTA DE LA HIDRATACIÓN «SALUDABLE»
Los zumos envasados, incluso aquellos etiquetados como «100% fruta» o «sin azúcares añadidos», han sido identificados por la OMS como menos saludables de lo que aparentan. Al eliminar la fibra natural de la fruta y concentrar los azúcares, estos productos pueden provocar picos de glucosa comparables a los de un refresco azucarado. Un vaso de zumo comercial puede contener el equivalente a 4-5 piezas de fruta en azúcares, pero sin los beneficios de la fibra y con una menor capacidad saciante que la fruta entera, contribuyendo potencialmente al aumento de peso si se consumen habitualmente.
Las bebidas vegetales endulzadas y los tés embotellados también figuran en la lista de productos cuestionados por la OMS debido a su contenido en azúcares y aditivos. Muchas bebidas vegetales saborizadas pueden contener hasta 20 gramos de azúcares añadidos por vaso, a pesar de su imagen de alternativa saludable a la leche. Estas bebidas, comercializadas a menudo como opciones ecológicas y beneficiosas para la salud cardiovascular, pueden alejarse considerablemente de los beneficios nutricionales que prometen si no se verifica cuidadosamente su composición en la etiqueta nutricional.
