La publicidad engañosa ha colonizado las estanterías de los supermercados con productos que prometen ser saludables, pero esconden una realidad muy distinta. Según la OMS, existe una categoría de alimentos procesados que, pese a su imagen de saludables, representan un peligro silencioso para nuestra salud a largo plazo, contribuyendo al incremento de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, hipertensión y obesidad.
Hace décadas que la industria alimentaria perfecciona sus técnicas de marketing, envolviendo productos altamente procesados en un halo de salud mediante etiquetas verdes, mensajes sobre beneficios nutricionales y envases que sugieren naturalidad. Esta estrategia ha logrado confundir incluso a los consumidores más conscientes, quienes buscan mejorar su alimentación pero caen en la trampa de estos ultraprocesados disfrazados, un fenómeno que preocupa enormemente a los expertos de la OMS por sus consecuencias a nivel global.
5¿CÓMO PROTEGERSE DEL MARKETING ENGAÑOSO SEGÚN LA OMS?
La OMS recomienda desarrollar habilidades críticas para interpretar correctamente el etiquetado nutricional y no dejarse llevar por los reclamos del frontal del envase. Los términos como «natural», «sin conservantes artificiales» o «bajo en grasas» deben tomarse con cautela, pues no garantizan que el producto sea realmente saludable en su conjunto. Aprender a identificar los azúcares ocultos bajo diferentes denominaciones (maltodextrina, jarabe de glucosa, concentrado de frutas) es fundamental para no caer en las trampas del etiquetado, ya que la industria utiliza diversos nombres técnicos para camuflar ingredientes potencialmente perjudiciales, una práctica que dificulta la elección informada por parte del consumidor.
La mejor estrategia, según los expertos de la OMS, consiste en basar la alimentación en productos mínimamente procesados y aprender a cocinar desde cero utilizando ingredientes frescos. Las opciones realmente saludables suelen tener listas de ingredientes cortas y reconocibles, sin necesidad de grandes declaraciones nutricionales en el envase. Priorizar alimentos como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales no procesados y frutos secos naturales sin sal añadida ofrece mayores garantías nutricionales que cualquier producto ultraprocesado, por muy saludable que parezca en su presentación comercial o por muchas declaraciones nutricionales que incluya en su etiquetado, una recomendación que la OMS lleva años promoviendo como parte de sus estrategias para mejorar la alimentación global.