La banca española ha perfeccionado el arte de cobrar por servicios que muchos clientes desconocen por completo. La OCU ha publicado recientemente un informe demoledor que destapa las estrategias más habituales de las entidades financieras para aplicar comisiones que pasan desapercibidas en los extractos bancarios pero que merman considerablemente los ahorros de los españoles. Estas prácticas, que bordean lo éticamente aceptable, se han convertido en una fuente de ingresos nada despreciable para un sector que ya acumula beneficios históricos trimestre tras trimestre.
No es casualidad que estas comisiones ‘fantasma’ proliferen precisamente cuando los tipos de interés han experimentado subidas considerables. Mientras los bancos se benefician de este escenario favorable para sus márgenes, los clientes observan cómo sus cuentas sufren misteriosos cargos que, sumados a lo largo del año, pueden suponer varios cientos de euros sin justificación aparente. El informe de la OCU pone el foco en cargos que muchos usuarios ni siquiera saben que existen, y menos aún, que están aceptando pagar al firmar el contrato con su entidad bancaria.
1LAS COMISIONES POR DESCUBIERTO: EL GRAN NEGOCIO BANCARIO

Quedarse en números rojos, aunque sea por un solo día, puede convertirse en una pesadilla financiera para cualquier cliente bancario. Los descubiertos en cuenta representan una de las principales vías de ingresos por comisiones para los bancos españoles. La OCU ha revelado que algunas entidades aplican un doble cargo cuando esto ocurre: por un lado, cobran una comisión fija por cada descubierto que puede oscilar entre los 30 y 45 euros, y por otro, añaden intereses que pueden alcanzar tasas superiores al 7% TAE en muchos casos, llegando incluso al escandaloso 20% en determinadas entidades.
Lo más preocupante es que muchos clientes desconocen que estos cargos se aplican automáticamente incluso cuando el descubierto es de apenas unos céntimos o dura unas pocas horas. La OCU destaca que algunas entidades han llegado a cobrar comisiones por valor de 35 euros por descubiertos inferiores a 5 euros, lo que supone una desproporción evidente entre el «servicio» prestado y el coste para el usuario. Además, el informe señala que ciertos bancos programan los cargos automáticos en fechas estratégicas para provocar estos descubiertos, maximizando así sus ingresos por esta vía tan cuestionable desde el punto de vista de la protección al consumidor.