La banca española ha perfeccionado el arte de cobrar por servicios que muchos clientes desconocen por completo. La OCU ha publicado recientemente un informe demoledor que destapa las estrategias más habituales de las entidades financieras para aplicar comisiones que pasan desapercibidas en los extractos bancarios pero que merman considerablemente los ahorros de los españoles. Estas prácticas, que bordean lo éticamente aceptable, se han convertido en una fuente de ingresos nada despreciable para un sector que ya acumula beneficios históricos trimestre tras trimestre.
No es casualidad que estas comisiones ‘fantasma’ proliferen precisamente cuando los tipos de interés han experimentado subidas considerables. Mientras los bancos se benefician de este escenario favorable para sus márgenes, los clientes observan cómo sus cuentas sufren misteriosos cargos que, sumados a lo largo del año, pueden suponer varios cientos de euros sin justificación aparente. El informe de la OCU pone el foco en cargos que muchos usuarios ni siquiera saben que existen, y menos aún, que están aceptando pagar al firmar el contrato con su entidad bancaria.
4LA DIGITALIZACIÓN COMO EXCUSA PARA NUEVOS COBROS

La transformación digital de la banca española se ha convertido en una vía para justificar nuevas comisiones. El último informe de la OCU revela que varias entidades han comenzado a cobrar por servicios que antes eran gratuitos, amparándose en los costes de la digitalización. Entre estos cargos destacan las comisiones por actualización de libretas, emisión de duplicados de documentos digitales o incluso por recibir notificaciones SMS de seguridad que, paradójicamente, protegen al banco tanto o más que al propio cliente.
Resulta particularmente llamativo el caso de algunas entidades que, según la OCU, han establecido comisiones por atención presencial en oficinas tras haber reducido drásticamente su red de sucursales. Los clientes más afectados son los mayores y personas en entornos rurales, que ahora deben pagar entre 2 y 7 euros por operaciones que antes realizaban gratuitamente con su gestor de confianza. El informe señala que algunos bancos cobran incluso por servicios tan básicos como la emisión de certificados de titularidad o el cambio de domiciliación de recibos cuando se realizan en ventanilla. La OCU advierte que estas prácticas podrían constituir un caso de exclusión financiera encubierta que afecta especialmente a los colectivos más vulnerables, como personas mayores o con menor competencia digital.