jueves, 15 mayo 2025

La OMS pide que revises esto en tu casa: Un peligro oculto que afecta a tus pulmones

El aire que respiramos dentro de la casa puede ser hasta cinco veces más contaminado que el exterior, algo que muchos españoles desconocen por completo. La OMS lleva años alertando sobre los riesgos invisibles que acechan en los espacios cerrados donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, especialmente tras la pandemia que ha incrementado el teletrabajo y las horas de permanencia doméstica. Esta realidad silenciosa se cobra miles de víctimas cada año debido a problemas respiratorios, alergias crónicas y otras afecciones derivadas de la pobre calidad ambiental.

Publicidad

Los contaminantes invisibles que flotan en el ambiente doméstico suponen una amenaza constante para nuestra salud respiratoria y general, sin que seamos conscientes de ello. Desde compuestos químicos liberados por productos de limpieza hasta partículas de moho ocultas en rincones húmedos, el catálogo de elementos nocivos presentes en nuestras casas resulta alarmante cuando se analiza en detalle. La situación ha llevado a la OMS a lanzar una campaña internacional instando a los ciudadanos a revisar determinados aspectos clave en sus hogares, con el objetivo de mejorar la calidad del aire interior y prevenir enfermedades respiratorias que pueden cronificarse con el tiempo.

1
LOS ENEMIGOS INVISIBLES QUE LA OMS NOS INSTA A DETECTAR

Fuente: Freepik

El principal problema de los contaminantes domésticos radica precisamente en su invisibilidad, lo que dificulta enormemente su detección sin equipos especializados. Desde las esporas de moho que proliferan en zonas con humedad hasta los compuestos orgánicos volátiles procedentes de pinturas, barnices y productos de limpieza, el conjunto de sustancias nocivas presentes en el aire interior constituye un cóctel potencialmente peligroso para nuestro sistema respiratorio. La OMS señala que esta situación se agrava en viviendas modernas, excesivamente selladas para lograr eficiencia energética, pero que a cambio reducen la ventilación natural.

El polvo doméstico merece una mención especial entre los contaminantes habituales, ya que actúa como reservorio de ácaros, bacterias, esporas fúngicas y residuos químicos diversos. Las partículas más finas pueden permanecer suspendidas en el aire durante horas, siendo inhaladas profundamente hasta los alvéolos pulmonares. La OMS recomienda prestar atención a la acumulación de polvo en superficies poco accesibles como la parte superior de armarios, detrás de electrodomésticos o en sistemas de climatización, lugares donde raramente se realiza una limpieza exhaustiva pero que pueden convertirse en focos emisores de contaminantes durante años. Las consecuencias para la salud pueden manifestarse de forma inmediata con irritación ocular o respiratoria, o desarrollarse lentamente en forma de sensibilizaciones y alergias crónicas.

Atrás
Publicidad
Publicidad