Los vecinos de la calle Praga de Alcorcón llevan años viviendo una pesadilla por culpa de unos okupas. Una situación que la actual alcaldesa de Alcorcón, Candelaria Testa (PSOE), no ha sido capaz de abordar y poner fin. Por este motivo, y como viene siendo habitual en municipios gobernados por los socialistas, Francisco Martín, delegado del Gobierno de España en Madrid, acude en ayuda para intentar solucionar cuanto antes este desaguisado.
Una historia, que según remarcan los vecinos de la zona, comenzó hace unos 9 años. Un tiempo en el que los habitantes legales de estas viviendas comenzaron a abandonarlas por el excesivo precio de de las casas, un alquiler que ascendió su precio progresivamente, haciendo imposible el pago para sus moradores legales.
En este tiempo, los residentes del barrio y los dueños de las viviendas llevaron el tema de la ocupación a los juzgados, pero las órdenes de desahucio no llegan nunca y la situación se alarga en el tiempo, convirtiendo la convivencia en un infierno para los residentes del barrio.
Una situación en la que las peleas, insultos, robos, inseguridad se ha convertido en el pan nuestro de cada día para los vecinos que están viviendo un auténtico calvario que no cesa desde hace años. Un tiempo, en el que lleva un clan de etnia gitana controlando dos inmuebles propiedad de la Sareb habitados por okupas, según informa la Policía local de Alcorcón.
Los vecinos han remarcado en numerosas veces que estos okupas «les hacen la vida imposible, impiden que aparquen en la zona, les rayan los coches». Denuncian que el clan controla quien entra y sale del barrio, y que tienen identificados a los vecinos, sus vehículos, que saben dónde trabajan y amenazan con tomar represalias si son denunciados.
Además, los propios residentes también denuncian que existe un grave problema de insalubridad en la zona por la falta de higiene y la acumulación de basuras que esta gente provoca. Por ejemplo, el verano pasado la calle sufrió una plaga de ratas a consecuencia de la insalubridad en la zona.

ACTUACIÓN DE LA DELEGACIÓN DEL GOBIERNO
El delegado del Gobierno de España para afrontar este tema ha convocado la Junta Local de Seguridad de Alcorcón. Así de esta forma, poder tratar la situación junto a la alcaldesa del municipio en sesión extraordinaria para abordar los problemas de convivencia registrados en la calle Praga de la localidad.
A la reunión asistieron, además de miembros del equipo de Gobierno, representantes de la Policía Nacional de la comisaría de Alcorcón y de la Policía Local, con quienes se platearon la coordinación de nuevas medidas para hacer frente a esta problemática. Los vecinos están expectantes ante estas mediadas y suspiran para que den un resultado óptimo que solucione la incomoda situación en la que viven.
Por su parte, Martín mostró su disposición a colaborar en el plano policial para mejorar la situación pero, al mismo tiempo, señaló la necesidad de complementar las políticas de seguridad con otras medidas de tipo social, sin indicar, por el momento, cuales deberán ser esas mediadas a tomar y la eficiencia de las mismas.
Además, el propio Martín también reiteró la necesidad de implicación y cooperación entre instituciones para el desarrollo de planes integrales de actuación, puesto que, en su opinión, la labor policial en sí misma no resuelve las cuestiones de fondo.

EVOLUCIÓN POSITIVA DE LA CRIMINALIDAD
Para finalizar, el delegado del Gobierno, queriendo evitar problemas y limpiar la imagen del municipio, destaca que, a pesar de este problema puntual, los datos de seguridad del municipio reflejan una evolución positiva.
En 2024, Alcorcón redujo su tasa de criminalidad en cuatro puntos respecto a 2023 (de 44,1 pasó a 40,1), muy por debajo de la media de la Comunidad de Madrid, indicó Martín, evitando de esta forma valorar la gestión de la seguridad por parte de la alcaldesa.
Esta tendencia a la baja se confirma también en el primer trimestre de 2025, según adelantó de los datos del Balance de Criminalidad de la Secretaría de Estado de Seguridad que se dará a conocer este viernes en la sede de la Delegación.
De momento los vecinos continúan asustados y las medidas siguen reflejando una ineficacia grande por parte del consistorio, que es incapaz de asegurar una convivencia segura y sana para parte de su población. Concretamente para los residentes de ya conocida calle Praga.