En el complejo entramado de normativas y obligaciones que rodea la conducción en España, hay un documento que, pese a su vital importancia, a veces queda relegado a un segundo plano en la guantera o, peor aún, en el olvido. La DGT insiste periódicamente en su obligatoriedad, y no es para menos, pues su ausencia puede transformar un control rutinario en un dolor de cabeza económico y administrativo. No hablamos del carnet de conducir, ese compañero inseparable de cualquier conductor, ni tampoco de la pegatina de la ITV, sino de un papel que certifica la identidad y legalidad de nuestro vehículo para circular por las vías públicas.
Este documento esencial, el gran protagonista de estas líneas, es el Permiso de Circulación. Muchos conductores, incluso los más experimentados, podrían dudar un instante si se les preguntara por su ubicación exacta o la última vez que lo revisaron, pero este documento es, en esencia, el DNI del vehículo, la carta de identidad que acredita que está matriculado y autorizado para circular por las vías públicas españolas. Desconocer su trascendencia o simplemente descuidar su porte puede acarrear consecuencias que van más allá de un simple tirón de orejas por parte de los agentes de la autoridad.
4EL BAILE DE PAPELES: DIFERENCIAS CLAVE ENTRE EL PERMISO DE CIRCULACIÓN, LA ITV Y EL CARNET SEGÚN LA DGT

Es común entre algunos conductores, especialmente los menos habituados a los trámites burocráticos, confundir la documentación obligatoria del vehículo. El carnet de conducir acredita que una persona está autorizada para manejar un determinado tipo de vehículo, pero no dice nada sobre el vehículo en sí, solo sobre las capacidades y permisos del conductor. Por su parte, la tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos (o ficha técnica) detalla las características técnicas homologadas del vehículo y certifica que ha superado las revisiones periódicas de seguridad y emisiones, algo que la DGT vigila estrechamente.
El Permiso de Circulación, en cambio, es el que identifica legalmente al vehículo y lo vincula con su titular, como ya hemos detallado. Mientras la ficha técnica es como el historial médico del coche, y el carnet de conducir la licencia del «piloto», el Permiso de Circulación es su documento nacional de identidad intransferible que lo autoriza a «existir» legalmente en las carreteras. La DGT exige portar los tres (o sus equivalentes digitales válidos) para tener la fotografía completa de la legalidad de la situación: conductor autorizado, vehículo apto y vehículo identificado y registrado.