sábado, 17 mayo 2025

Netflix apuesta por el drama familiar con esta serie grabada en Galicia

Netflix sigue consolidando su compromiso con la producción de contenidos locales en España, y lo hace con una serie que no ha pasado desapercibida: ‘El desorden que dejas’. Rodada en diferentes localizaciones de Galicia, esta ficción basada en la novela homónima de Carlos Montero, uno de los creadores de ‘Élite’, combina intriga, emociones a flor de piel y conflictos familiares que conectan con el espectador desde el primer capítulo.

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A través de paisajes gallegos tan bellos como inquietantes, Netflix ofrece una historia marcada por los secretos, las heridas del pasado y la dificultad de comunicarse dentro de un entorno familiar complejo. La miniserie no solo explora el impacto que puede tener la pérdida y la culpa dentro de una pareja, sino que se adentra en cómo estas emociones pueden llegar a desestabilizar por completo una comunidad pequeña. Con un elenco encabezado por Inma Cuesta y Bárbara Lennie, ‘El desorden que dejas’ se convierte en una opción imprescindible para quienes buscan una historia con alma y con verdad.

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Los conflictos personales que pueden convertirse en universales

Fuente: Netflix.com

En ‘El desorden que dejas’, Netflix pone el foco en los dramas íntimos de sus personajes. La historia arranca con la llegada de Raquel, una nueva profesora de literatura, a un instituto gallego en el que su predecesora se ha suicidado en circunstancias poco claras. A partir de ahí, la protagonista comienza a descubrir que nada es lo que parece, y que tanto el profesorado como el alumnado esconden secretos que salpican incluso su propia vida personal.

Lo interesante de este enfoque es que, aunque la historia tiene un componente de thriller, el corazón de la serie está en las relaciones humanas, de madres e hijas, parejas en crisis, amistades marcadas por la traición y adolescentes que buscan su lugar en un mundo que no siempre les entiende. Netflix ha conseguido que el espectador se identifique con esas emociones crudas y reales, haciendo del drama familiar el vehículo perfecto para explorar temas como la pérdida, la culpa y la necesidad de redención.

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