La seguridad vial en nuestras ciudades se enfrenta a desafíos constantes derivados de la creciente densidad del tráfico y los nuevos modelos de movilidad urbana. La DGT viene intensificando sus esfuerzos para reducir la siniestralidad mediante campañas de concienciación y un régimen sancionador que muchos conductores desconocen en sus detalles más específicos. Este aparente «detalle menor» de no activar el intermitente puede vaciarte el bolsillo y, lo que resulta más preocupante, poner en riesgo tanto tu seguridad como la de otros usuarios de la vía.
Las estadísticas oficiales revelan una realidad alarmante: casi un 30% de los accidentes en entornos urbanos están relacionados con maniobras incorrectamente señalizadas. Esta falta de comunicación entre conductores genera situaciones de incertidumbre y peligro que podrían evitarse con un simple gesto que apenas requiere un segundo. La normativa vigente contempla sanciones económicas que sorprenden a muchos conductores cuando se enfrentan a ellas, especialmente porque suelen considerar este tipo de infracciones como «menores» en comparación con otros comportamientos al volante.
4POR QUÉ UN SIMPLE CLIC PUEDE AHORRARTE DISGUSTOS CON LA DGT
La psicología aplicada a la conducción ofrece explicaciones interesantes sobre por qué omitimos el uso del intermitente a pesar de su simplicidad. Los expertos en seguridad vial señalan que se trata fundamentalmente de un problema de automatización de conductas y percepción sesgada del riesgo. La falsa sensación de control y la subestimación del peligro nos llevan a considerar innecesaria esta señalización en determinadas circunstancias, especialmente cuando no percibimos otros vehículos en nuestro entorno inmediato. La DGT trabaja en campañas de concienciación que abordan estos sesgos cognitivos, recordando que muchos ángulos muertos pueden ocultarnos la presencia de otros usuarios vulnerables como motociclistas o ciclistas.
El análisis coste-beneficio resulta abrumadoramente favorable al uso sistemático del intermitente. Frente al mínimo esfuerzo que supone activar esta señalización, los potenciales costes de omitirla incluyen no solo sanciones económicas sino también incrementos en la prima del seguro si la infracción deriva en un siniestro con responsabilidad. La DGT subraya que esta señalización representa un elemento esencial del «lenguaje vial compartido» que posibilita la convivencia segura entre los diferentes usuarios de la vía pública. Los expertos recomiendan desarrollar el hábito de señalizar absolutamente todas las maniobras hasta convertirlo en un automatismo, independientemente de la percepción subjetiva sobre su necesidad en cada contexto específico.