Pocos placeres se comparan con la libertad que ofrece el asfalto bajo las ruedas, especialmente cuando se trata de sentir el viento en un vehículo de dos ruedas. Sin embargo, esa sensación embriagadora conlleva una responsabilidad ineludible, donde la seguridad no es una opción, sino una obligación, y la normativa vigente sobre el casco para la moto es meridianamente clara al respecto. Ignorar estas directrices no solo pone en jaque nuestra integridad física, sino que también puede suponer un golpe considerable para nuestro bolsillo y nuestro permiso de conducir.
No basta con llevar un protector craneal; la Dirección General de Tráfico es cada vez más taxativa con el uso correcto de este elemento vital. Las estadísticas no mienten, y un casco inadecuado o mal ajustado puede tener consecuencias fatales, convirtiendo un despiste o una mala elección en una tragedia evitable, además de acarrear sanciones económicas y la pérdida de puntos del carné. Por ello, conocer a fondo qué se considera un uso incorrecto y cuáles son las implicaciones es fundamental para cualquier conductor de moto que se precie de serlo.
4LA DGT NO PERDONA: SANCIONES QUE DUELEN AL BOLSILLO Y AL CARNÉ POR UN CASCO MAL USADO EN LA MOTO

La Dirección General de Tráfico ha endurecido su postura frente al uso incorrecto del casco, consciente de su importancia vital. No llevar casco, llevar uno no homologado, o llevarlo mal abrochado o incorrectamente colocado, se sanciona actualmente con una multa de 200 euros y, lo que para muchos es más doloroso, la retirada de 4 puntos del permiso de conducir. Esta medida busca concienciar a los usuarios de moto de que la negligencia en este aspecto tiene consecuencias serias, tanto económicas como para la validez de su licencia.
Estas sanciones no son aleatorias ni caprichosas; responden a una realidad constatada por innumerables estudios sobre siniestralidad vial. La DGT entiende que la prevención es la mejor herramienta, y las multas y la pérdida de puntos actúan como un elemento disuasorio importante para aquellos que todavía no han interiorizado la importancia de protegerse adecuadamente. Además, en caso de accidente, circular sin el casco reglamentario o con un uso deficiente del mismo puede tener implicaciones con las compañías aseguradoras a la hora de cubrir los daños.