La mala costumbre de utilizar el teléfono mientras se conduce se ha convertido en una de las infracciones más perseguidas en las carreteras españolas. La DGT ha endurecido su postura frente a este comportamiento temerario que pone en riesgo la vida de conductores y peatones por igual. Los datos son contundentes: manipular el móvil mientras se está al volante multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un accidente, equiparándose al peligro de conducir bajo los efectos del alcohol.
El uso del dispositivo móvil se ha transformado en la distracción más peligrosa y frecuente al volante, provocando cada año cientos de siniestros viales con consecuencias fatales. Las autoridades de tráfico no solo han reforzado los controles en carretera, sino que también han implementado nuevas tecnologías de vigilancia que permiten detectar esta infracción incluso cuando el conductor cree pasar desapercibido. Cámaras especiales, drones y agentes camuflados forman parte del arsenal con el que la DGT combate esta imprudencia que, lejos de disminuir, sigue siendo una de las principales causas de accidentalidad en nuestras vías.
2¿QUÉ SE CONSIDERA EXACTAMENTE UNA INFRACCIÓN CON EL MÓVIL?

La normativa actual es muy clara respecto a qué comportamientos están prohibidos y son objeto de sanción. Sujetar el teléfono con la mano mientras se conduce, ya sea para hablar, escribir mensajes, consultar aplicaciones o simplemente mirar la hora, constituye una infracción grave. La DGT no distingue entre momentos de parada en semáforos o retenciones y la circulación normal; en cualquier circunstancia en que el motor esté encendido y el conductor tenga el control del vehículo, manipular el móvil está prohibido.
También se considera infracción colocar el dispositivo en lugares que obstaculicen la visibilidad del conductor o que impliquen manipularlo durante la marcha, como sujetarlo entre el hombro y la cabeza. Las únicas formas permitidas son el uso de sistemas de manos libres que no requieran manipulación manual durante la conducción, o la utilización de soportes homologados que permitan activar funciones mediante comandos de voz. La DGT ha recordado en múltiples ocasiones que incluso acciones aparentemente inocuas como consultar una notificación pueden ser fatales si desvían la atención de la carretera durante unos segundos.