La primera comida del día ha sido objeto de debate entre expertos durante décadas, pero ahora parece haber consenso científico sobre un modelo específico. El desayuno andaluz, caracterizado por su sencillez y riqueza nutricional, acaba de recibir el respaldo oficial de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), que lo ha catalogado como ejemplo perfecto de alimentación matutina saludable. Esta distinción no sorprende a quienes llevan años defendiendo los beneficios de la dieta mediterránea, pero sí supone un espaldarazo definitivo a una tradición culinaria con siglos de historia.
La combinación de pan con aceite de oliva virgen extra, tomate natural y, opcionalmente, algún alimento proteico como jamón o queso fresco, acompañada de una pieza de fruta y café, constituye una fórmula perfecta de nutrientes para comenzar la jornada. Los especialistas de la SENC han valorado especialmente el equilibrio entre hidratos de carbono complejos, grasas saludables y proteínas que aporta este tipo de desayuno tradicional, así como su versatilidad para adaptarse a diferentes necesidades nutricionales. Además, han destacado la importancia de recuperar hábitos alimentarios propios frente a la creciente influencia de modelos foráneos menos adecuados para nuestra salud.
2UN MODELO EXPORTABLE A OTRAS REGIONES DE ESPAÑA

La adaptabilidad del desayuno andaluz es una de sus mayores fortalezas según los expertos de la SENC. Las diferentes regiones españolas podrían adoptar este modelo incorporando productos locales sin perder sus beneficios nutricionales. En el norte, donde la climatología y los hábitos culturales difieren notablemente de los andaluces, podría adaptarse utilizando panes de cereales autóctonos y aceites de primera presión en frío. El objetivo no es imponer un modelo único, sino promover los principios nutricionales que hacen del desayuno andaluz una opción tan saludable.
La SENC ha presentado este reconocimiento como parte de una estrategia más amplia para recuperar patrones alimentarios tradicionales. El desayuno representa entre el 20% y el 25% de la ingesta calórica diaria recomendada, convirtiéndose en una oportunidad clave para establecer hábitos nutricionales adecuados desde la infancia, algo especialmente relevante en un país donde la obesidad infantil alcanza cifras preocupantes. La simplicidad en la preparación y el coste accesible de los ingredientes básicos del desayuno andaluz lo convierten en una alternativa viable para todos los estratos socioeconómicos.