Pasar la revisión obligatoria del vehículo se ha convertido en un motivo de preocupación para muchos conductores españoles que temen encontrarse con sorpresas desagradables durante la inspección. La ITV representa no solo un trámite administrativo ineludible, sino también un momento de incertidumbre donde pequeños detalles pueden marcar la diferencia entre obtener la pegatina verde y tener que volver para una segunda revisión. Los expertos que trabajan diariamente en las estaciones de inspección conocen perfectamente qué aspectos revisan con mayor minuciosidad y qué preparativos previos pueden facilitar considerablemente el proceso.
La preparación adecuada del vehículo antes de acudir a la cita programada constituye la clave fundamental para superar con éxito este examen técnico. En España, aproximadamente uno de cada cinco vehículos no consigue aprobar la ITV en su primer intento, lo que supone una pérdida de tiempo y dinero para sus propietarios al tener que subsanar deficiencias y pagar por una segunda inspección. Este dato resulta especialmente relevante considerando que muchos de los fallos detectados podrían haberse evitado con una simple revisión previa realizada por el propio conductor o por un taller de confianza.
4LUCES Y SEÑALIZACIÓN: PEQUEÑOS DETALLES QUE MARCAN LA DIFERENCIA

El sistema de iluminación completo del vehículo constituye uno de los aspectos que los técnicos de la ITV revisan con mayor minuciosidad debido a su importancia crítica para la seguridad activa. No basta con que todas las luces funcionen correctamente; además deben mantener la intensidad luminosa adecuada y estar perfectamente alineadas para garantizar una correcta visibilidad sin deslumbrar a otros conductores. Los expertos recomiendan comprobar previamente el funcionamiento de todos los pilotos, desde los intermitentes hasta las luces de freno y posición, sustituyendo aquellas bombillas que presenten signos de debilitamiento antes de acudir a la inspección.
La alineación de los faros delanteros merece especial atención, ya que constituye uno de los motivos más frecuentes de resultado desfavorable en la inspección. Un haz de luz mal orientado puede comprometer seriamente la visibilidad nocturna o deslumbrar peligrosamente a los vehículos que circulan en sentido contrario. La mayoría de los talleres cuentan con equipos específicos para ajustar correctamente esta alineación, un procedimiento relativamente sencillo y económico que puede ahorrarnos el disgusto de no superar la ITV por este motivo. Igualmente importante resulta verificar el correcto funcionamiento del limpiaparabrisas y sus escobillas, elementos fundamentales para mantener una adecuada visibilidad en condiciones adversas.