Las buenas relaciones entre España y Turquía en materia de Defensa se han visto reflejadas en la celebración la semana pasada en Madrid de FEINDEF 25. Allí, la ministra de Defensa, Margarita Robles, salió bastante convencida del material expuesto por los turcos, tanto que piensa en posibles alianzas y compras futuras con los otomanos como socios prioritarios para nuestro país.
Y es que la industria armamentística turca fue una de las triunfadoras en la muestra madrileña. Ellos junto a las empresas españolas y las marcas francesas fueron los países que más representación tuvieron dentro de la feria. Algo que sirvió a Robles para ver la calidad de los productos y tecnologías de los otomanos, actualmente los décimos importadores de material bélico a nivel mundial. Un dato que explica la ‘pasión turca’ que esta viviendo nuestra ministra con el material de los del Estrecho del Bósforo.
En este sentido, uno de los destacados fue la compañía de blindados turca Otokar. Con ella se ha extendido un rumor bastante fuerte de un posible acuerdo para fabricar sus blindados en España, y ser a su vez sus valedores de esta tecnología a nivel internacional.

Aunque el pack más importante lo encontramos en el ámbito aeronáutico con Turkish Aerospace Industries (TAI) y su avión Hürjet, el modelo de reactor que se ofrece a España como futuro entrenador avanzado de pilotos de combate, algo que será un hecho en breve y que corre cierta prisa dentro del ministerio de Defensa español, con el fin de tener en primicia este modelo bastante compacto y eficaz. Un avión entrenador, que según varios expertos militares españoles, es mejor que el actual M346. Y que seguramente tendrá sustanciales mejoras en breve, especialmente en las versiones de ataque ligero o la futura versión naval.
Una noticia que iría, según fuentes militares, en dos fases. Una primera en principio ya acordada que incluiría aviones producidos totalmente en Turquía, pero certificados por la industria española. Y un segundo lote, cuyas características en cuanto a los sistemas españoles y la participación de la industria española se estarían negociando en estos momentos. Teniendo en cuenta que la citada feria fue un momento de avanzar en estas negociaciones.
El país euroasiático lleva ganando peso en la industria desde hace 10 años, cuando su presidente, el polémico Tayyip Erdogan, marcó el camino para deshacerse de cualquier dependencia de importaciones y necesidades extranjeras. Un camino que ha colocado a los otomanos dentro del top 10 de importadores del sector y en uno de los aliados preferentes para los españoles. Una buena relación fraguada especialmente en los mandatos socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero y el actual de Pedro Sánchez.

BUENAS RELACIONES ENTRE ESPAÑA Y TURQUÍA
Unas relaciones forjadas como hemos señalado durante los mandatos socialistas, que no han tenido en cuenta los derechos humanos del pueblo kurdo, enemigo histórico de Turquía, a diferencia de los vetos y los problemas que están teniendo los productos israelíes. Aquí desde el Ejecutivo español si se están teniendo en cuenta los derechos humanos del pueblo palestino, algo loable por otra parte.
Un contexto que sirvió a turcos y españoles para llegar a acuerdos por el cual la industria turca de defensa ha ido fortaleciendo relaciones con la española con proyectos conjuntos como la construcción en Estambul del buque TCG Anadolu (L-400), con diseño de la española y prestigiosa Navantia.
Algo que también explica las buenas relaciones entre ambos países miembros de la OTAN es la presencia de una batería Patriot española en la frontera que Turquía comparte con Siria Con motivo del conflicto civil que arraso a esta última y que tuvo a los turcos como principal aliado de los rebeldes que derrocaron el Gobierno del ex presidente sirio, Bashar al-Ásad.

Como ya hemos señalado, dentro de estas buenas relaciones el papel de Navantia será fundamental. La compañía española estará inmersa en acuerdos con los turcos para la posible fabricación de fragatas y submarinos. Por su parte, los euroasiáticos pueden ofrecer a los españoles su tecnología en armas cortas, blindados y drones, esto último es una de las grandes obsesiones de Robles para mejorar las capacidades de nuestro ejército, y dar de esta forma respuesta a las nuevas necesidades geopolíticas que deberá afrontar España en la siguiente década.
Una década que contará con un fuerte desembolso en materia militar, según Mark Rutte, secretario general de la OTAN, España deberá llegar a un 5% de su gasto del PIB. Un presupuesto alto para vigilar a la amenaza rusa y la frontera sur como principales elementos a seguir. Por este motivo, Robles en su particular ‘pasión turca’ ve a los otomanos como un aliado confiable y reputado para tal cometido.
