sábado, 7 junio 2025

El ‘Tíbet’ español está en Huesca: descubre el monasterio budista visitable con vistas únicas y retiros de meditación en plena naturaleza

Entre las montañas del Pirineo aragonés se esconde un rincón que transporta a miles de kilómetros de distancia sin necesidad de pasaporte. La provincia de Huesca guarda en su geografía un tesoro espiritual que muchos han bautizado como el pequeño Tíbet español, donde la espiritualidad oriental ha encontrado un hogar perfecto en pleno corazón del Alto Aragón. Templos de colores vibrantes, banderas de oración ondeando al viento y monjes con túnicas color azafrán conforman un paisaje que bien podría pertenecer a las altas mesetas asiáticas, pero que sorprendentemente se encuentra a apenas unas horas de cualquier punto de la península.

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Este oasis de paz y contemplación conocido como Dag Shang Kagyü no es solo un espacio religioso reservado para iniciados, sino un centro abierto a todos aquellos que buscan desconectar del frenético ritmo cotidiano. Ubicado en el término municipal de Panillo, este monasterio tibetano se ha convertido en uno de los centros budistas más importantes de Europa occidental, tanto por sus instalaciones como por la autenticidad de sus enseñanzas y prácticas. Las impresionantes vistas a las sierras prepirenaicas que lo rodean convierten este enclave en un lugar perfecto para quien busca no solo enriquecimiento espiritual, sino también ese contacto con la naturaleza que parece cada vez más esquivo en nuestra sociedad urbanizada.

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EXPERIENCIAS ESPIRITUALES: RETIROS Y CURSOS ACCESIBLES PARA TODOS

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Uno de los grandes atractivos del monasterio es su amplia oferta de actividades abiertas tanto a practicantes budistas como a personas que simplemente quieren acercarse a esta filosofía milenaria. Los retiros de meditación se han convertido en la opción más demandada entre quienes visitan Dag Shang Kagyü. La posibilidad de desconectar durante varios días en este entorno privilegiado atrae cada año a cientos de personas que buscan un respiro en sus ajetreadas vidas, encontrando en las montañas de Huesca el escenario perfecto para iniciar esta exploración interior.

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El centro ofrece también cursos de introducción al budismo, talleres de meditación y enseñanzas impartidas por lamas residentes o visitantes. No es necesario ser budista ni tener experiencia previa en meditación para participar en muchas de estas actividades. La filosofía de apertura y acogida que caracteriza a este monasterio de Huesca facilita que cualquier persona interesada pueda participar en la vida del centro, independientemente de sus creencias o conocimientos previos. Esta accesibilidad ha contribuido enormemente a desmitificar el budismo y a presentarlo como una filosofía práctica con herramientas útiles para afrontar los retos de la vida contemporánea, más allá de etiquetas religiosas.

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