miércoles, 21 mayo 2025

El ‘efecto mirón’ en carretera: la multa de la DGT que puede caerte por distraerte al volante sin saberlo

Circular por las carreteras españolas implica conocer la normativa vigente para evitar sanciones innecesarias. La DGT sanciona numerosas infracciones que los conductores cometen a diario, muchas veces por desconocimiento o por hábitos arraigados que consideran inofensivos. Entre estas prácticas destaca el denominado ‘efecto mirón’, un comportamiento tan común como peligroso que consiste en reducir la velocidad o incluso detenerse para observar un accidente de tráfico, pudiendo provocar nuevos siniestros o retenciones.

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Las estadísticas hablan por sí solas: más del 30% de los atascos en vías interurbanas están provocados por conductores que ralentizan su marcha ante cualquier incidente. Este fenómeno, que los psicólogos explican por una mezcla de curiosidad natural y morbo, representa un serio problema de seguridad vial que las autoridades intentan atajar con medidas sancionadoras específicas. Los agentes de tráfico han intensificado la vigilancia en los últimos meses con el objetivo de reducir estos comportamientos que, aunque parezcan inocuos, generan situaciones de alto riesgo en las carreteras españolas.

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¿CUÁL ES LA SANCIÓN QUE APLICA LA DGT A LOS ‘MIRONES’ EN CARRETERA?

Fuente: Freepik

La legislación española en materia de tráfico contempla sanciones específicas para quienes practican el ‘efecto mirón’. El Reglamento General de Circulación, en su artículo 53, establece que los conductores tienen la obligación de mantener la atención permanente a la conducción. Reducir significativamente la velocidad sin motivo justificado constituye una infracción que la DGT puede sancionar con multas que oscilan entre los 80 y 200 euros, dependiendo de la gravedad y las consecuencias que dicha acción haya podido ocasionar en el flujo del tráfico.

En los casos más graves, cuando la reducción de velocidad o detención provoca un riesgo evidente para la seguridad vial, la multa puede ascender hasta los 500 euros. Además, si este comportamiento deriva en un accidente, el conductor responsable podría enfrentarse a cargos por conducción negligente que supondrían sanciones económicas más severas y la posible pérdida de puntos del carnet. La DGT ha endurecido su postura frente a estas infracciones en los últimos años, implementando sistemas de vigilancia más sofisticados que permiten identificar a los infractores incluso en situaciones de tráfico denso.

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