jueves, 22 mayo 2025

Así puedes recurrir una multa de radar: el truco legal que pocos conocen para anular sanciones de velocidad

Bienvenidos a ese punto de la vida en que, de repente, la sensación de haberlo hecho todo correctamente se desvanece ante una notificación inesperada. La carretera, esa extensión de asfalto que nos promete libertad y movimiento, a veces se convierte en el escenario de una de las experiencias más frustrantes para el conductor: la inevitable llegada de una multa por exceso de velocidad, de esas que te amargan el café de la mañana y te hacen revisar el calendario de pagos con un nudo en el estómago. Pero, ¿y si le dijera que esa notificación que le llegó por correo no es una sentencia inquebrantable, que existe un resquicio legal, un as bajo la manga que podría darle la vuelta a la tortilla?

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La sensación de indefensión ante la Administración es algo que muchos hemos experimentado, pero el conocimiento de las normativas y los procedimientos puede ser la clave para transformar la impotencia en una victoria, por pequeña que sea, sobre la burocracia. No se trata de abogar por la impunidad o de ignorar las normas de tráfico, sino de entender que el sistema, para ser justo, debe aplicar sus instrumentos con una precisión que no siempre es la esperada y que, de no ser así, concede al ciudadano la posibilidad de defenderse. Prepárese para desentrañar un secreto a voces, un truco legal que, aunque al alcance de todos, paradójicamente pocos conocen y menos aún se atreven a utilizar con la contundencia necesaria.

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PASO A PASO: CÓMO PREPARAR SU DEFENSA Y ANULAR SU SANCIÓN

Fuente: Freepik

Una vez que hemos comprendido los pilares de este «truco legal», es fundamental saber cómo ponerlo en práctica. El primer paso, tras recibir la notificación de la multa, es no pagarla si tiene intención de recurrir, ya que el pago implica la renuncia a la vía de recurso. Lo que debe hacer es presentar un escrito de alegaciones dentro del plazo establecido, que generalmente es de veinte días naturales. En este escrito, debe solicitar explícitamente la aportación del certificado de verificación metrológica del cinemómetro que ha dado lugar a la sanción, así como la aplicación correcta de los márgenes de error legalmente establecidos y la consideración de la velocidad efectiva tras aplicar estos márgenes. La claridad y la concisión son clave en este documento, que debe ser presentado ante el organismo emisor de la multa.

Si la Administración no aporta la documentación solicitada, o si esta demuestra que el radar no estaba correctamente calibrado o que los márgenes de error no se aplicaron, usted tendrá argumentos sólidos para anular la multa. En caso de que su primer recurso sea desestimado, no desespere; el siguiente paso es la interposición de un recurso de alzada o, en última instancia, la vía contencioso-administrativa, aunque esta última suele ser más compleja y costosa. La persistencia es fundamental en este proceso; muchas veces, la Administración, ante la falta de la documentación necesaria o el riesgo de un procedimiento judicial, opta por archivar el expediente de la multa para evitar un litigio, lo que convierte la firmeza del conductor en su mejor aliado. Recuerde que cada fase del proceso tiene sus plazos y requisitos formales, por lo que una buena organización es esencial.

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