miércoles, 21 mayo 2025

La nueva señal de tráfico de la DGT que entra en vigor este verano y por la que ya están multando a cientos de conductores despistados

Las carreteras españolas son un escenario en constante evolución, un tablero donde las reglas cambian, a veces, con una velocidad que pilla desprevenido al conductor más experimentado. No hace mucho que la Jefatura Central de Tráfico, esa entidad conocida simplemente como DGT y de la que todos tenemos una opinión formada, decidió introducir una nueva señalización vial que, por su naturaleza específica, está generando más de un dolor de cabeza y, lo que es peor, unas cuantas multas inesperadas para quienes no andan con los ojos bien abiertos. Estamos hablando de un distintivo que, aunque parece sencillo a primera vista, encierra una complejidad que radica en su carácter temporal y en los escenarios donde decide aparecer, menudo lío.

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Este nuevo aviso, discreto pero crucial, se refiere a las restricciones de acceso que pueden imponerse en determinadas zonas, muchas de ellas asociadas a lo que ya conocemos como Zonas de Bajas Emisiones, pero con el matiz de la provisionalidad. Su implantación, especialmente ahora que llegan los meses de más movimiento en las carreteras con el verano a la vuelta de la esquina y los desplazamientos vacacionales o de fin de semana, no está pasando desapercibida para el bolsillo de cientos de automovilistas. La sorpresa llega al encontrarse con una sanción por haber accedido a un área que, minutos antes o días atrás, estaba permitida, un claro ejemplo de cómo la falta de información o un simple despiste al volante puede salir realmente caro. Es vital entender de qué va esta señal y por qué está causando tanto revuelo antes de convertirse en una víctima más de su aparente inocuidad.

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¿DÓNDE Y CUÁNDO SE PUEDE UNO TOPAR CON ELLA?

Fuente: Freepik

El radio de acción de esta señal no se limita exclusivamente a los grandes centros urbanos, aunque es cierto que las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), permanentes o temporales, son su hábitat natural más probable. Sin embargo, su uso se extiende a cualquier área donde sea necesario aplicar una restricción de acceso de forma provisional, pudiendo aparecer en los accesos a zonas turísticas muy concurridas en fechas señaladas, en el entorno de grandes eventos deportivos, conciertos o ferias, o incluso en áreas afectadas por obras que requieren desvíos o prohibiciones puntuales de paso. Su versatilidad es precisamente lo que la hace impredecible para el conductor que no está al tanto de la actualidad local o de los avisos puntuales.

Además de los escenarios obvios de ZBE temporales por picos de contaminación, que suelen anunciarse con cierta antelación aunque no siempre lleguen a todos los conductores, esta señal puede sorprenderte en los accesos a un centro histórico durante una festividad local importante donde se restringe el tráfico, o en las cercanías de una playa masificada en un fin de semana de verano para priorizar el acceso peatonal o del transporte público. La clave está en que su presencia está ligada a un evento o situación concreta y limitada en el tiempo, lo que significa que la señal que viste ayer puede no estar hoy, o la que no estaba por la mañana puede aparecer por la tarde, una dinámica que obliga a estar permanentemente alerta. La DGT insiste en la importancia de consultar las fuentes oficiales, pero la realidad es que no todos lo hacen antes de cada trayecto.

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