miércoles, 21 mayo 2025

Uñas sanas en 5 pasos: hábitos diarios que marcan la diferencia

Tener unas uñas fuertes y bien cuidadas no solo mejora la apariencia de tus manos, sino que también es un indicativo de tu salud general. Con pequeños gestos diarios puedes lograr una manicura natural y resistente al quiebre. A continuación, te presentamos cinco hábitos esenciales que, incorporados a tu rutina, transformarán por completo el estado de tus uñas.

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Limpieza y secado adecuados

La limpieza de las uñas va mucho más allá de un simple lavado de manos. Lo ideal es emplear un jabón suave, preferiblemente pH neutro o formulado específicamente para manos y uñas, ya que los detergentes agresivos eliminan los lípidos naturales que protegen la lámina ungueal. Tras frotar con suavidad, es conveniente usar un cepillo de cerdas finas para retirar con delicadeza la suciedad acumulada bajo el reborde de la uña y en la zona de la cutícula, evitando rascar con objetos punzantes que puedan dañar su superficie. Pero la verdadera defensa contra hongos y bacterias comienza al secarse: cualquier resto de humedad, por mínimo que sea, se convierte en caldo de cultivo. Sécalas con una toalla bien limpia, prestando atención a los espacios interdigitales y a la unión entre la uña y la piel, donde suelen quedar gotas de agua inadvertidas.

Hidratación diaria

Una uña hidratada es más flexible y resistente al impacto. Para lograrlo, aplica cada mañana y cada noche un aceite o crema formulada para uñas y cutículas. Los productos que incluyen ingredientes como la vitamina E, la manteca de karité o el aceite de jojoba ayudan a regenerar la matriz y a suavizar la cutícula, evitando que se agriete. Dedica un par de minutos a masajear la zona: con la yema de los dedos, presiona suavemente alrededor de la base de la uña y extiende el producto sobre toda la lámina; este gesto estimula la circulación sanguínea y favorece la absorción de nutrientes. Con la constancia, notarás que las cutículas están menos endurecidas y la uña crece con una superficie más lisa y sin estrías.

Alimentación y suplementos esenciales

Las uñas se componen principalmente de queratina, una proteína cuya síntesis depende de micronutrientes específicos. Incorporar a tu dieta alimentos ricos en biotina, como huevos, frutos secos o legumbres, fortalece directamente la estructura ungueal. Las vitaminas A y C, presentes en frutas cítricas y verduras de hoja verde, actúan como antioxidantes, protegiendo las células de la uña de los radicales libres. El colágeno, por su parte, mejora la cohesión de las capas de queratina y aporta resistencia frente a golpes y presión. Cuando la dieta no cubre estas necesidades, un complemento con biotina y colágeno hidrolizado puede ser de gran ayuda, siempre tras consultar con un profesional de la salud para determinar la dosis y la duración adecuada.

Técnica correcta de limado y recorte

El limado y recorte de las uñas deben realizarse con instrumentos adecuados y siguiendo una técnica que evite microfracturas. Las limas de cartón de granulación media (entre 180 y 240) son las más recomendadas: deslízalas en un único sentido, desde el lateral hacia el centro de la uña, sin movimientos de vaivén que debiliten el borde. Para recortar, opta por tijeritas o cortaúñas bien afilados, y procura no dejar el extremo excesivamente corto, pues expones la matriz a traumatismos. La forma ideal suele ser ligeramente redondeada o cuadrada con esquinas suaves, adaptada a la morfología de cada dedo. Realizar este mantenimiento cada diez o catorce días evita que se astillen y asegura un crecimiento uniforme.

Productos seguros y rutinas de protección

El uso de fórmulas suaves marca la diferencia a largo plazo. Al elegir esmaltes, busca aquellos etiquetados como “5-free”, libres de tolueno, formaldehído, dibutil ftalato, resinas de formaldehído y alcanfor, para minimizar la exposición a compuestos tóxicos. Del mismo modo, los quitaesmaltes sin acetona resultan menos deshidratantes y respetan la capa hidrolipídica de la uña. Durante las tareas del hogar, proteger las manos con guantes de algodón forrados o de látex previene el contacto prolongado con detergentes y productos químicos. Y si quieres un extra de firmeza, considera un endurecedor o barniz fortalecedor de calidad: por ejemplo, la línea de Mavala, rica en calcio y proteínas, aporta regeneración a las uñas débiles sin sacrificar su flexibilidad. Con estos cuidados, tus manos estarán listas para lucir uñas sanas y bonitas cada día.

Incorporar estos cinco hábitos en tu día a día te permitirá lucir uñas sanas, fuertes y elegantes sin necesidad de recurrir a técnicas excesivas. Recuerda:

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  1. Mantenerlas limpias y perfectamente secas.
  2. Hidratarlas con productos específicos y masajear.
  3. Nutrir tu organismo con alimentos ricos en biotina, vitaminas y colágeno.
  4. Limar y cortar correctamente para evitar daños.
  5. Elegir fórmulas libres de químicos agresivos y protegerlas durante las tareas domésticas.

Con constancia y un poco de dedicación cada día, tus uñas reflejarán la salud y el cuidado que merecen. ¡Empieza hoy mismo y nota la diferencia!

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