Las redes sociales y aplicaciones de mensajería se han convertido en herramientas indispensables para mantenernos conectados con nuestros seres queridos. WhatsApp, en particular, ha transformado la manera en que los grupos familiares comparten información, fotos y momentos especiales, convirtiéndose en un espacio digital íntimo donde la confianza es fundamental. Sin embargo, esta misma confianza está siendo aprovechada por ciberdelincuentes que han desarrollado métodos sofisticados para infiltrarse en estos entornos familiares y perpetrar estafas que pueden tener consecuencias devastadoras.
La Policía Nacional española ha emitido recientemente una serie de alertas sobre un preocupante aumento de casos de suplantación de identidad y phishing en grupos familiares de WhatsApp. Estos ataques no solo comprometen la seguridad financiera de las víctimas, sino que también generan un impacto emocional significativo al explotar los lazos afectivos y la confianza entre familiares. Las autoridades han detectado que estas estafas siguen patrones específicos que, de conocerse, podrían ayudar a miles de usuarios a protegerse y evitar caer en estas trampas cada vez más elaboradas.
1LA ANATOMÍA DE LA ESTAFA FAMILIAR EN WHATSAPP: CÓMO OPERA
El modus operandi de los ciberdelincuentes comienza con la obtención de información básica sobre los miembros de una familia, generalmente a través de perfiles públicos en redes sociales o filtraciones de datos. Con esta información, crean perfiles falsos imitando a uno de los miembros de la familia, típicamente eligiendo a alguien con autoridad o influencia dentro del grupo. Los estafadores suelen utilizar fotografías reales obtenidas de redes sociales y adaptan su forma de escribir para imitar el estilo de comunicación de la persona suplantada, lo que hace particularmente difícil detectar el engaño a primera vista.
Una vez creado el perfil falso, el siguiente paso consiste en fabricar una situación de emergencia o necesidad urgente. Los atacantes primero entran en contacto con algún miembro del grupo familiar de WhatsApp, o directamente se añaden al grupo si han conseguido hackear la cuenta original. Utilizan técnicas psicológicas basadas en la urgencia y la presión emocional, solicitando dinero para resolver problemas médicos inexistentes, accidentes inventados o cualquier otra situación que requiera una respuesta inmediata y evite que la víctima tenga tiempo de reflexionar o verificar la información recibida.