En las profundidades de los Pirineos aragoneses se esconde uno de los secretos científicos mejor guardados de España. La localidad de Canfranc, enclavada en el corazón de Huesca, alberga en sus entrañas el mayor laboratorio subterráneo de Europa dedicado a la investigación en física de partículas. Este complejo científico, conocido como Laboratorio Subterráneo de Canfranc (LSC), representa una joya de la ciencia española que, a pesar de su importancia internacional, sigue siendo desconocido para muchos ciudadanos.
La historia de este impresionante centro de investigación se remonta a finales de los años 80, cuando un grupo de científicos visionarios identificó las condiciones ideales que ofrecía el macizo pirenaico oscense para desarrollar experimentos que requerían protección frente a la radiación cósmica. Las montañas de Huesca no solo proporcionaban un escudo natural perfecto, sino que también ofrecían la posibilidad de aprovechar infraestructuras existentes como el túnel ferroviario, transformando un espacio abandonado en un centro científico de vanguardia que hoy compite con las instalaciones más avanzadas del mundo.
3LOS MISTERIOS DEL UNIVERSO SE INVESTIGAN BAJO LAS MONTAÑAS OSCENSES

Entre los proyectos más destacados del laboratorio se encuentra ANAIS, dedicado a la búsqueda directa de materia oscura, esa sustancia invisible que constituye aproximadamente el 27% del universo. Este experimento, liderado por científicos de la Universidad de Zaragoza, utiliza cristales de yoduro de sodio ultrapuros para intentar detectar las elusivas partículas de materia oscura. La quietud de las profundidades de Huesca proporciona el silencio cósmico necesario, permitiendo a los detectores captar señales tan tenues que serían imposibles de distinguir en cualquier otro entorno no protegido por cientos de metros de roca.
Otro de los grandes proyectos albergados en el laboratorio es NEXT, enfocado en el estudio de los neutrinos y sus propiedades. Este experimento internacional busca determinar si los neutrinos son sus propias antipartículas, lo que representaría un avance revolucionario en nuestra comprensión de la física fundamental. La peculiar geología de Huesca juega un papel crucial en este tipo de investigaciones, ofreciendo condiciones únicas que atraen a científicos de todo el mundo interesados en participar en experimentos que podrían cambiar nuestra concepción del universo y sus leyes básicas.