viernes, 23 mayo 2025

Aprende la conducta PAS que exige la DGT y actúa con eficacia si presencias un accidente de tráfico

La carretera, ese escenario cotidiano de idas y venidas, puede transformarse en un instante en un lugar donde la vida pende de un hilo. Nadie desea verse envuelto en un accidente de tráfico, pero la cruda realidad es que, en algún momento, podemos ser testigos de uno, y es en ese trance cuando conocer la conducta PAS que exige la DGT se convierte en una herramienta vital. Estar preparado para actuar con serenidad y eficacia no solo es una muestra de civismo, sino una obligación moral que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, o entre una recuperación rápida y secuelas irreparables.

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Saber cómo reaccionar ante un siniestro vial va mucho más allá de la simple buena voluntad; requiere un protocolo claro, una secuencia de acciones ordenada y precisa que permita optimizar los recursos y minimizar los riesgos. Este protocolo, conocido universalmente por el acrónimo PAS –Proteger, Avisar y Socorrer–, es la guía fundamental que las autoridades, y en particular la Dirección General de Tráfico, insisten en divulgar. Interiorizar estos tres pasos, comprender su lógica y su importancia, nos capacita para pasar de ser meros espectadores atenazados por el pánico a convertirnos en el primer y crucial eslabón de la cadena de supervivencia, una pieza clave hasta la llegada de los servicios de emergencia profesionales.

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AVISAR: LA LLAMADA QUE ACTIVA LA MAQUINARIA DE EMERGENCIAS

Fuente Pexels

Con la zona debidamente protegida y la seguridad garantizada, el siguiente paso ineludible es la A de Avisar. Esta acción consiste en alertar a los servicios de emergencia lo más rápidamente posible, y el número universal en España y toda Europa para ello es el 112. Al realizar la llamada, es vital mantener la calma para poder transmitir la información de manera clara y precisa, ya que de la calidad de estos datos dependerá la eficacia y rapidez de la respuesta. Los operadores del 112 son profesionales entrenados para gestionar estas situaciones y guiarán la conversación, pero es útil tener preparada la información esencial que solicitarán, como la localización exacta del accidente –carretera, punto kilométrico, sentido de la marcha, referencias cercanas–, el número y tipo de vehículos implicados, el número aproximado de heridos y su estado aparente, y cualquier circunstancia especial como personas atrapadas, riesgo de incendio o caída de la carga.

Es importante no colgar el teléfono hasta que el operador lo indique, ya que podría necesitar información adicional o dar instrucciones específicas sobre cómo proceder mientras llegan los equipos de rescate. Recordar detalles como si hay mercancías peligrosas involucradas o si la meteorología es adversa puede ser de gran utilidad para los servicios que se desplazan al lugar. La DGT subraya la importancia de esta comunicación, pues una alerta temprana y bien detallada permite movilizar los recursos adecuados –ambulancias, bomberos, Guardia Civil o policía local– en el menor tiempo posible, optimizando la cadena asistencial desde el primer momento. Este aviso es un deber cívico que no debemos subestimar.

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