Con el verano a la vuelta de la esquina es normal pensar en una escapada a una isla paradisíaca y en España tenemos para regalar. Pero, hay una en particular que esconde una de las historias más inquietantes y terroríficas de la geografía del país. Se trata de la Isla Pedrosa, ubicada en Cantabria a escasos kilómetros de Santander, un lugar que a simple vista te puede transmitir tranquilidad, sin embargo, muchos de los que se atrevieron a visitarla, afirman que es como entrar a otra dimensión.
A pesar de que en la actualidad el turismo vende a esta isla como una atracción que te desconecta de la rutina por estar alejada del ruido del tráfico. Después de que conozcas todos los horrores que en el pasado ocurrieron allí, no creo que te queden ganas de visitar un lugar rodeado de agua y que solo te conecta a tierra firme por un puente. Desde avistamientos paranormales hasta rituales oscuros, muchos consideran este sitio como un punto negro en el mapa de España.
1UNA ISLA CON UNA HISTORIA TURBIA: DE LAZARETO A SANATORIO INFANTIL
La turbia trayectoria de hechos paranormales de Isla Pedrosa se remonta en 1834, cuando construyeron un lazareto o mejor dicho, un tipo de hospital exclusivo para personas con enfermedades altamente infecciosas en aquella época como la lepra, cólera o la peste, es decir era un lugar destinado para alejar amenazas de pandemias y colocarlas en cuarentena. Durante ese tiempo los marineros que llegaban de América enfermos, eran enviados directamente a esta isla.
A principios del siglo XX se convirtió en un punto de referencia médica en el norte del país, ya que el antiguo Lazareto fue convertido en un sanatorio infantil que se especializaba en atender y estudiar enfermedades respiratorias y óseas. Para la época la evolución arquitectónica en España era un completo auge, y esto se pudo evidenciar en la construcción de este complejo que incluía también un teatro, una iglesia, balneario y hasta casas para el personal que allí trabajaba, lo que generó una comunidad autónoma dentro de la propia Isla de Pedrosa.